Hoy hay cerca de 800 millones de personas que no tienen nada para comer, que sobreviven milagrosamente mientras esperan un pedazo de comida, y no se habla de carne o un alimento sano, sino cualquier cosa que los ayude a sobrepasar el día. Mientras tanto, casi un tercio de la comida es desperdiciada por el resto de la gente.

Tal vez a ti también te dijeron tus padres que mientras tú no te querías comer tus vegetales, había niños en África muriendo de hambre. Bueno, no tienes que ir tan lejos para pensar en gente que no tiene comida (tampoco es bueno traumar niños con esas ideas), pero aunque tus alimentos no fueran a salvar a alguien a miles de kilómetros de distancia, sí hay un gran problema en dejar comida en el plato, aunque no es como lo creemos.

A pesar de que cada hogar puede desperdiciar alimentos después de comer, se trata de la comida que nunca se cocina, que se guarda en el refrigerador y que se tira después de mucho tiempo. Toneladas de comida se desperdician de esa forma, sin embargo, la peor manera en que tiramos comida a la basura es en dos industrias: la de los alimentos y la de los restaurantes.

Debido a las políticas de salud, muchos restaurantes tienen prohibido guardar alimentos que ya fueron servidos, por lo que si alguien pone frutas, verduras y pan frente a una pareja que está cenando y ellos van directamente a los platillos principales, todos esos alimentos, por ley, deben irse a la basura.

La industria de los alimentos, desde la producción, desperdicia toneladas de comida. También lo hacen los supermercados que al mostrar sólo las frutas y vegetales que sean “estéticos”, terminan por desechar gran parte de lo que llega a ellos. Lo peor de todo es que muchos países tienen leyes que les impide a estos lugares donar esos alimentos a los necesitados.

Esto se ha convertido en un problema a nivel mundial. Se cree que cada año se tiran cerca de 1,600 millones de toneladas de comida, que equivale a 1.2 trillones de dólares. De seguir así, para 2030 podríamos estar desperdiciando un tercio de la comida a nivel mundial, cerca de 2 mil millones de toneladas de alimentos.

Este es un problema con distintas caras, no sólo es humanitario por quienes no tienen acceso a los alimentos, es político, social, cultural y más. Además de presionar a nuestros representantes para obligar a las empresas y restaurantes a donar la comida que no utilicen, necesitamos dejar de comprar sólo por la apariencia y también debemos optimizar nuestro consumo. No podemos dejar que las cosas se pudran y después tirarlas sin remordimiento.

No es un problema entre tantos, es una problemática que debe ser cambiada de inmediato. Cada vez hay menos agua, alimentos, incluso menos aire limpio. ¿Qué tiene que pasar para que recapacitemos?

Fuente:

Weforum

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