Según el Instituto Nacional de Cáncer (NIH), esta enfermedad que puede empezar en cualquier lugar del cuerpo se caracteriza por la presencia de células que empiezan a dividirse sin detenerse y se diseminan. Por eso pueden formar masas que se llaman tumores.

Éstos son malignos, es decir, que se pueden extender a los tejidos cercanos o algunas células cancerosas pueden desprenderse y formar nuevos tumores lejos del inicial.

Para reducir el riesgo de desarrollar al menos un tercio de los cánceres más frecuentes se recomienda: no fumar, limitar el consumo de alcohol, hacer ejercicio regular, y alimentarse de forma saludable. Pero, ¿hay algunos alimentos más recomendados que otros? Conócelos aquí.

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De acuerdo al doctor Luciano Cassab, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y Jefe de la Sección Mastología del Hospital Milstein , existen alimentos “protectores” como:

  • La cebada
  • El trigo
  • La cerezas
  • La zanahoria
  • Las nueces
  • Las semillas de lino y sésamo
  • El aceite de oliva, entre otros.

Que sean "protectores" quiere decir que ayudan a reducir las posibilidades de padecer de algún tipo de cáncer.

Además, el doctor recomienda sustituir cereales refinados por integrales, y aumentar el consumo de legumbres como lentejas y garbanzos.

Por el contrario, también existen otros alimentos más nocivos o no recomendados, como las grasas y los azúcares. Al respecto, el especialista señala: “Si bien las células neoplásicas (las que dan lugar a tumores) utilizan más glucosa que las normales, no se ha demostrado que el consumo de azúcares aumente el riesgo de desarrollar un cáncer. Pero si es evidente que un alto consumo calórico generan sobrepeso y la obesidad estaría directamente relacionada con el aumento de riesgo”.

Por eso, para mantener un peso saludable recomienda reducir la ingesta de lácteos cremosos, quesos duros y cremas reposteras.

Además, las carnes rojas de vaca, el cerdo y el cordero incrementan la posibilidad de desarrollar un cáncer de colon, además del de mama.

También se deben evitar las comidas rápidas y las carnes procesadas como los embutidos.

La clave: una alimentación saludable y buenos hábitos de salud reduce el riesgo de desarrollar no solo el cáncer, sino también otras enfermedades, y mejoran la calidad de vida.

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Fuentes:

TN

NIH