Estar en contacto directo con las plantas ayuda a liberar el estrés y estimula la conexión con el medio ambiente. Por esta razón, tener una huerta orgánica en casa garantiza que la familia tenga acceso a alimentos saludables.

¿Qué es una huerta orgánica?

La huerta orgánica es una forma de cultivo que se basa en la fertilidad del suelo y diversidad de especies. Busca obtener plantas sanas que se conviertan en alimentos saludables.

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Para producir suelo fértil se utilizan técnicas naturales. Por ejemplo el mantillo (cubierta de pasto y hojas secas) y la siembra por asociación (plantas de distintos tamaños). Otra técnica es la rotación, que significa no cultivar las mismas especies en el mismo lugar. Además, se produce el propio abono.

Se trata de aprovechar todos los recursos que brinda la naturaleza para producir vegetales sanos. Por ello se evita el uso de productos químicos como pesticidas o fertilizantes.

Desde hace un tiempo, tener y disponer de un huerto en casa, es muy frecuente en Argentina y en muchos países. A medida que pasa el tiempo, se genera más conciencia sobre la importancia de las huertas orgánicas, y hoy muchas personas cultivan en el jardín de su propia casa o hasta en el balcón de su departamento. Además del ahorro de dinero, esta acción permite mejorar al mismo tiempo la alimentación, la salud y el medio ambiente.

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Fuente: OSPAT.

beneficios de tener una huerta orgánica

  • Alimentos libres de químicos

Los alimentos que se compran en el mercado están atravesados por un proceso industrial y los vegetales no están ajenos a esto. Tener una huerta orgánica da lugar a consumir alimentos sanos, sostenibles, libres de químicos como pesticidas y fertilizantes, que son una de las causas de la contaminación del agua y la atmósfera.

  • Ahorro de dinero

Tener una huerta orgánica evitará gastar dinero en verdulería o supermercado, por lo cual reducirá ciertos gastos. El proceso para cosecharlas puede demorar tiempo: las hortalizas suelen ser las más rápidas, pero hay algunas verduras que pueden tardar hasta 4 meses.

  • Es una actividad recreativa

Una huerta lleva muchos conocimientos y dedicación, lo cual empuja a educarse y a leer sobre plantaciones. Es una educación de gran importancia para los más chicos para que estén en contacto con la naturaleza y desde pequeños se les puede enseñar a ser responsables con la sostenibilidad.

  • Evitar el uso de plásticos

Muchas frutas, verduras y hortalizas se venden envueltas en plástico o en recipientes de este material. El plástico es uno de los mayores contaminantes del planeta: una media de 8 millones de toneladas son vertidas cada año a los océanos y es una problemática que va en escala. Tener una huerta ayudará a reducir su consumo.

  • Pasar tiempo en familia

Una huerta es un proyecto muy constructivo para las familias y a los niños les interesará ver cómo crece su comida, lo que podría incentivarlos a probar algunas hortalizas. Esto también los ayudará a concientizarse sobre los alimentos que consumen y la importancia de aprender a comer sano.

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¿Cómo aprovechar mejor los alimentos?

Es preferible cosechar sólo las verduras que vamos a comer en el día. Lavar las verduras enteras con abundante agua limpia y potable y preferentemente comerlas crudas o cocinarlas sin pelar (hervidas o al horno) para aprovechar gran cantidad de vitaminas que se encuentran en la cáscara. AI guardarlas, tener en cuenta cuáles son las condiciones que esa fruta o esa verdura necesita para conservarse más tiempo en buenas condiciones.

Fuente: INTA/MDZOL.