La industria de la alimentación no deja de ser eso: una industria. Y como tal, lo que más le interesa es vender sus productos alimenticios. Para ello, no tendrá problema en venderte ideas que no son lo que parecen.

Sí, es cierto: la industria de los alimentos nos engaña, haciéndonos creer que algunas cosas son sanas cuando no lo son o usando sus artimañas de marketing para que pensemos diferente sobre ellas.

Es cierto, en la etiqueta están los componentes. Pero, ¿Quién puede leer las etiquetas siempre? Y además de leerlas, hay que entenderlas, con esos nombres tan complicados que le ponen como si quisieran que no sepamos de lo que hablan….

Estos son 6 productos alimenticios que compras habitualmente y que, aunque tal vez no lo sepas, no son lo que parecen.

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1. Zumos de fruta

El solo hecho de exprimir la fruta ya hace que se pierda gran parte de su valor nutricional, dejando más azúcar que fibra. Aún así, si lo exprimimos en casa, no está mal tomar un zumo de frutas y aprovechar sus vitaminas y otros beneficios.

Sin embargo, los zumos envasados son exprimidos industrialmente, por lo que pierden todavía más propiedades. Además, con suerte la mitad del contenido proviene de la fruta. El resto son agregados industriales.

Estos zumos tienen azúcar refinada agregada y muchos otros productos químicos. ¡Nada parecido a la natural naranja que se ve en el paquete!

2. Papas fritas

Sabemos que las patatas fritas no son buenas para la salud, claro. Aún así, freír unas patatas en casa para una ocasión especial no es terrible; después de todo, la papa es una verdura nutritiva.

Las patatas de paquete, en cambio, tienen más bien poco de patata. Son, en realidad, el resultado de una mezcla diversa: una parte de papas, sí, junto con harina de arroz, maíz, almidón de trigo, aceites vegetales, sal y especias.

Si quieres darte un gusto un día, haz las patatas fritas en casa y no comas un paquete.

3. Productos “light” o “fitness”

No todo lo que tiene etiqueta verde tiene menos calorías, y no todo lo “light” es más sano. Los productos como barritas de cereales, por ejemplo, pueden tener más proporción de hidratos de carbono, componentes químicos y calorías que una porción de chocolate negro.

Sin embargo, la idea de que va a proporcionarnos mejores nutrientes nos hace comprarlas sin leer.

4. Pan integral

Sabemos que las harinas blancas refinadas no son lo mejor que podemos consumir para nuestra salud. Por eso, está muy bien buscar alternativas integrales.

El problema es que muchos panes envasados que se llaman “integrales” y tienen color tostado, en realidad sólo tienen una pequeña porción de harina integral, y una gran porción de harina blanca.

Debería llamarse “panes un poco integrales”, aunque ese nombre no vende mucho, ¿no crees?

5. Chocolate blanco

El chocolate blanco es una de las mayores estafas del mercado. El chocolate es negro y se hace a base de cacao. El chocolate blanco, en cambio, sólo usa manteca de cacao, que no es lo mismo.

Manteca, azúcar y leche son los principales componentes de este “antichocolate”. Si quieres darte un gusto dulce, por favor, elige chocolate negro y amargo.

6. Salsas para ensalada

La ensalada es una comida natural, nutritiva y muy saludable. Pero, si no sabemos condimentarla, a veces puede ser un poco aburrida. Por eso, muchas veces se cae en la trampa de los aderezos para ensalada envasados.

Pero es lo peor que puedes hacer: una forma de arruinar lo saludable de tu plato. Para darle sabor, estos productos tienen grandes cantidades de aceites, grasas, sales y otros ingredientes industriales.

Sí, son ricas. Pero convierten tu plato saludable en uno bastante pesado. Para eso, come algo que te guste más y sea más natural.

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¿Tú también te has dejado llevar alguna vez por el marketing y has comprado estas cosas?

Fuentes:

Psicología y Mente

Rolloid