Todo lo que existe en el Universo es perfecto tal y como es. Nadie es igual a otro, y esa diversidad es la que nos enriquece.

Lo mismo sucede en la naturaleza, y nosotros también somos parte de ella, aunque a veces lo olvidemos. Cada planta, cada animal, cada insecto y ser vivo sobre la tierra cumple una función. Por eso, por más pequeño que sea, su vida influye en el equilibrio general de cada ecosistema.

El 22 de mayo es el Día Internacional de la Diversidad Biológica. ¿Por qué debería importarte a ti? Pues no se trata de un concepto que solo interesa a activistas y políticos; la diversidad es la base de la que depende nuestra alimentación, nuestra salud, ¡y toda nuestra vida!

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¿Cuál es la situación actual?

El número de especies animales y vegetales está disminuyendo a un ritmo acelerado. Alrededor de 1 millón de especies están en peligro de extinción y muchas podrían desaparecer en algunas décadas.

Además, la dieta mundial -es decir, lo que comemos- está tendiendo a homogeneizarse y eso pone en riesgo la diversidad de alimentos. Con ella, también peligra nuestra nutrición y la salud de nuestros suelos y ecosistemas.

En los últimos 100 años, más del 90% de las variedades de cultivos han desaparecido. La mitad de las razas de muchos animales domésticos ya no existen, y las 17 principales zonas de pesca del mundo están siendo explotadas hasta sus límites.

En la naturaleza todo es un continuo dar y recibir que mantiene el equilibrio. Cuando hay diversidad de especies y hábitats, los ecosistemas son más sanos, y pueden adaptarse mejor a los cambios. Es por eso que hoy más que nunca este equilibrio necesita de nuestra atención para volver a regularse.

Las conexiones invisibles de la naturaleza

En la naturaleza se desarrollan conexiones invisibles entre las diferentes especies, plantas y animales. Estos vínculos forman una red o sistema que da cuenta de ese perfecto equilibrio, tan necesario para nuestra vida en el planeta.

¿Quieres conocer algunas de estas conexiones invisibles? Aquí te contamos cuáles son.

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Alimentos y organismos vivos: biodiversidad para el sector agrícola

Todos sabemos que para producir los alimentos que comemos necesitamos de suelos sanos. Pero los suelos sanos no son los que están libres de insectos. ¿Sabías que hay más organismos vivos en una cucharada de tierra que personas en el planeta?

La biodiversidad colabora con el sector agrícola. Piensa, por ejemplo, en una huerta doméstica: hay algunas plantas que ayudan a otras a crecer o que alejan plagas. Del mismo modo, esa riqueza de la tierra incide directamente en la calidad nutricional de los alimentos y además ayuda al equilibrio y restauración de los suelos.

Entonces, si la agricultura se gestiona con responsabilidad, conciencia y sostenibilidad puede mejorar y no empeorar la salud de los suelos, como se cree.

Más variedad de alimentos, mejores suelos

Aunque en el mundo cerca de 7 mil cultivos podrían proveernos de alimentos, solo existen menos de 200 en producción. Además, tres de ellos -maíz, arroz y trigo- forman parte de más de la mitad de nuestra alimentación.

Necesitamos diversificar nuestros alimentos para explorar otras variedades que podrían ser más nutritivas. Al hacerlo, también evitaremos agotar los suelos o sobreexigirlos.

Una planta creciendo de la tierra en un campo con sol de fondo

Más Bosques para tener más agua limpia

Los bosques son tesoros de diversidad biológica. No solo protegen las especies, sino que actúan como filtros que purifican el aire y las fuentes de agua.

Actualmente, los bosques naturales del planeta han pasado de unos 10,6 millones de hectáreas (1990) a 6,5 millones de hectáreas entre 2010 y 2015.

Su restauración es fundamental para garantizar agua más limpia y aire más puro, además de asegurar la vida de una gran variedad de especies animales y vegetales.

Los peces viven gracias a Los bosques

Los bosques y los peces se relacionan, aunque pareciera que no. Cuando están mal gestionados, el flujo de agua se vuelve irregular y esto daña o causa la muerte de algunos tipos de peces.

Del pescado viven algunos animales, personas y de hecho familias y comunidades que dependen de la pesca como modo de vida.

Manglares para evitar inundaciones

La presencia de vegetación costera defiende los suelos costeros y reduce las posibilidades o el impacto de las inundaciones.

Pero, el crecimiento demográfico, el avance de los cultivos, el desarrollo de infraestructura urbana, la contaminación del agua, el turismo no responsable y la creciente acidez del agua afectan la vegetación costera.

Recuerda: la diversidad biológica es fundamental para la salud y el bienestar de todos. ¡Celebremos este 22 de mayo con conciencia!

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Fuentes:

FAO

ONU