Los transportes aéreos son responsables de emitir la mayor cantidad de gases de efecto invernadero, especialmente de CO2 (dióxido de carbono), gas que genera el combustible que utilizan los aviones para cada uno de sus vuelos. La huella de carbono es una de las principales causas de la crisis climática en la que se encuentra el planeta, sus ecosistemas y todos sus seres vivos.

Frente a este panorama, varias empresas alrededor del mundo tomaron la iniciativa de plantar árboles para compensar su emisión de dióxido de carbono. La propuesta no solo se limita a las compañías aéreas, sino que también es adoptada por compañías de distintos rubros que buscan disminuir su impacto en el medio ambiente.

También se han lanzado aplicaciones y páginas web donde los viajeros pueden calcular la emisión de CO2 que han generado tanto en sus viajes en avión como en otros aspectos de la vida diaria, y donar una cantidad equivalente para financiar un proyecto de reforestación como lo es la plantación de árboles.

El concepto detrás de esta iniciativa es que la reforestación neutraliza el impacto y compensa los efectos de la huella de carbono, una afirmación que genera controversias entre los ambientalistas comprometidos en ser agentes reales de cambio. Greta Thunberg, la líder mundial en activismo ambiental, decidió no viajar más en avión por ser muy contaminante.

El principal problema de esta iniciativa es que, según los especialistas, compensar las emisiones de CO2 es imposible y contrarrestarlas no es suficiente, sino que debemos reducirlas con urgencia.

bosque de pinos verdes reforestación

Por otro lado, las “compensaciones” no están reguladas ni vigiladas apropiadamente, siendo muy difícil comprobar si la donación realizada por un viajero mediante Internet fue realmente destinada a su fin. En este mismo sentido, las especies que se plantan suelen ser de rápido crecimiento, lo que podría causar problemas de biodiversidad o sequedad en los suelos, sin contar que los árboles tardan décadas en eliminar el CO2 de la atmósfera.

Muchas compañías aéreas se refieren a esta iniciativa como una medida provisional mientras se espera el desarrollo de nuevas tecnologías eléctricas y combustibles sostenibles. También buscan otras formas de reducir las emisiones de CO2, como realizar maniobras con un solo motor o aligerar el peso del avión, ya que ambas permiten reducir el uso de combustible.

Plantar árboles es excelente si se tienen en cuenta la especie y el lugar de plantación. Pero, si bien puede considerarse una medida provisional cuando es inevitable usar el avión como medio de transporte, no debería ser una escapatoria a realizar esfuerzos importantes y diarios para reducir nuestra huella de carbono.

Para los viajeros y para las grandes empresas, queda claro que la lucha contra el cambio climático no debería reducirse a un click desde la computadora, sino estar enfocada en cuestionar los hábitos cotidianos y actuar en consecuencia.

¿QUÉ PIENSAS DE ESTA INICIATIVA? ¡CUÉNTANOS EN LOS COMENTARIOS!

Fuentes:

Viaje a la sostenibilidad

France 24

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