Los incendios forestales son una amenaza común en los veranos calurosos y secos de Australia. Pero este año, el grave brote ha sorprendido a muchos que aseguran que esta es una de las peores temporadas en la historia del país.

Hasta el día de hoy, tres personas murieron y más de 150 hogares fueron destruidos durante el fin de semana por los casi 150 incendios forestales en el norte de los estados de Nueva Gales del Sur y Queensland. Si bien una noche más fresca trajo algo de alivio a los bomberos en el estado de Nueva Gales del Sur, del que es capital Sídney, hoy el foco pasó a Queensland, al norte.

“Es una temporada muy desafiante. No hemos tenido incendios forestales como estos antes”, dijo Greg Christensen, alcalde del consejo regional Scenic Rim en Queensland, en donde 80 incendios amenazan las vidas y casas de locales y turistas. “Esperamos que la gente escuche las advertencias y trabaje en sus planes de supervivencia ante los incendios forestales; en caso de duda, es momento de irse”, agregó.

"Irse de forma inmediata". Eso pidieron las autoridades en varias áreas en las costas este y oeste del país, incluida Noosa, un balneario turístico situado a 150 kilómetros al norte de Brisbane, la capital estatal de Queensland.

Además del drama causado por los incendios, un helicóptero privado que bombeaba agua se estrelló mientras combatía las llamas al oeste de Brisbane. El piloto logró escapar con heridas leves, informó el Servicio de Emergencias e Incendios de Queensland.

“Pasarán muchas semanas hasta que podamos contener y extinguir estos incendios”, dijo el comisionado del Servicio de Incendios Rurales de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, a la prensa en Sídney. “Por desgracia, lo que necesitamos es lluvia”.

los koalas en peligro

Como consecuencia de los incendios, no solo murieron 350 de los koalas que viven en la Reserva Natural Lago Innes, en el estado de Nueva Gales del Sur, sino que se quemaron dos tercios del hábitat de estos animales en el sudeste de Australia.

Los cuidadores de los animales en Hospital de Koalas de Port Macquarie, cerca de la reserva, han estado cuidando koalas rescatados, vendando sus heridas y alimentándolos con hojas de eucaliptus y fórmula.

Fuente

Reuters