Durante agosto, Brasil acaparó la atención del mundo ante los incendios de la Amazonia. Ahora todas las miradas se centran en Indonesia, también a causa de una oleada de incendios forestales, en este caso ocurridos en Borneo.

Se trata de la tercera isla más grande del mundo y hogar de la segunda mayor selva tropical del mundo, ubicada en el sureste de Asia y compartida territorialmente por Brunéi, Malasia e Indonesia.

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Cientos de incendios forestales han quemado Borneo indonesio y Sumatra, produciendo espesas nubes de humo que interrumpieron los viajes aéreos, obligaron a cerrar las escuelas y enfermaron a miles de personas. Los bomberos no contaron con el equipo necesario para combatirlos.

Las autoridades afirman que alrededor del 80% de los incendios se iniciaron intencionalmente para hacer espacio a las plantaciones de palma, un lucrativo cultivo comercial que ha provocado la deforestación en gran parte de Sumatra.

La devastación causada por el fuego ha dejado a decenas de especies en peligro de extinción en condiciones aún más precarias. Una de las poblaciones más afectadas ha sido la de los orangutanes de Borneo (Pongo pygmaeus), considerado como una especie en “peligro crítico” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Las autoridades han rescatado diversos ejemplares que sufrían de condiciones respiratorias severas como resultado del humo.

Las principales amenazas para los orangutanes son la tala de los bosques para la producción de madera y aceite de palma, la fragmentación de hábitat como resultado de la construcción de carreteras, y la caza y el tráfico ilegal de las crías en el mercado negro.

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Orangután en Borneo

La agencia de gestión de desastres identificó 2.900 puntos críticos en toda Indonesia, incluido un gran número de incendios forestales en las islas Sulawesi y Java, y en la provincia de Papua.

Como respuesta a la crisis, el gobierno alegó haber cerrado más de dos docenas de plantaciones al detectar incendios en sus tierras. Esto incluye cuatro empresas de Malasia y una de una empresa de Singapur. Las compañías podrían enfrentar cargos legales. Además, las autoridades han desplegado más de 50 aviones de extinción de incendios las zonas de Kalimantan y Sumatra.

Tanto los incendios en Indonesia como los de la Amazonía contribuyen al cambio climático al liberar dióxido de carbono en la atmósfera y al destruir árboles y vegetación que ayudan a contrarrestar esas emisiones.

Si bien ocurren anualmente en esta época del año, la estación seca, estos incendios se han convertido en los peores que Indonesia ha visto en varios años, en parte porque 2019 ha sido particularmente seco.

Fuente:

La Vanguargia

NY Times