Tal como anunciaron diversas fuentes, en las últimas horas el primer ministro australiano, Dan Andrews, propuso una ley que prohíbe a la población cultivar sus propios alimentos.

Según afirmaron, el proyecto se encuentra en el marco de la Ley de Agricultura de 2022 y ha pasado su segunda lectura en el Parlamento. En línea con lo mencionado, el objetivo principal es preservar la bioseguridad.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS): "la bioseguridad es un enfoque estratégico e integrado para analizar y gestionar los riesgos relevantes para la vida y la salud humana, animal y vegetal y los riesgos asociados para el medio ambiente. Se basa en el reconocimiento de los vínculos críticos entre sectores y en la posibilidad de que las amenazas se muevan dentro de los sectores y entre ellos con consecuencias para todo el sistema".

NUEVA ORDENANZA PONDRÍA FRENO A LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS

De aprobarse la legislación, las autoridades estarían en condiciones de ampliar los poderes de las fuerzas del orden público, registrar propiedades y personas sin una orden judicial y así aumentar las multas de $1,800 a $10,000 en caso de proporcionar información falsa.

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Dicho esto, afirmaron que los funcionarios autorizados ya no necesitarán el consentimiento del propietario para retirar muestras, ganado y documentos. De esta manera no estarán obligados a presentar una identificación oficial y notificaron que se aplicarían penas severas por obstruir el acceso a sus tierras.

Huerta en casa

¡POR UNA SOBERANÍA ALIMENTARIA JUSTA Y SOSTENIBLE!

Estamos en tiempos donde la producción de alimentos está supeditada al agronegocio, es así que factores tales como la concentración de la tierra, desmonte, monocultivo, semillas transgénicas y la utilización masiva de agrotóxicos provocan un daño irreparable.

¡Es imperioso remarcar que este modelo va en contra de la ecología, el ambiente y comunidades en general!

La soberanía alimentaría requiere de una intervención activa por parte del Estado, materializada en políticas públicas en las cuales prevalezcan modos de producción sustentables.

Para finalizar, esta nueva ordenanza tiene como finalidad prohibir el cultivo de alimentos a los pequeños productores y en esta línea consideramos que se da justamente una paradoja que deja en evidencia como los intereses corporativos prevalecen sobre las cuestiones ambientales y la vida de todas las especies.

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