Un grupo de científicos de la Universidad de Chicago advirtió una serie de sismos muy inusuales en una plataforma específica de la Antártida. Lo raro era que no sucedía solo un temblor, sino decenas, cientos o incluso miles en un periodo de 6 a 12 horas. Estos movimientos no parecían tener un origen claro. Pero lo más extraño era que ocurrían solo de noche.

Sucedió en la región de McMurdo, que a su vez forma parte de la Barrera de Hielo de Ross, una enorme plataforma congelada de casi 500.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente el doble del área total del Reino Unido. Como los temblores solo tenían lugar allí, durante el verano del hemisferio sur colocaron dos sismógrafos a una distancia de unos 20 kilómetros uno del otro para conocer más sobre el fenómeno.

Con la información recolectada, los científicos pretendían dar fin a este misterio.

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Qué son los temblores que ocurren durante la noche en la Antártida

Los puntos donde se colocaron los sismógrafos fueron llamados estación húmeda y estación seca, respectivamente, para aludir a la intensidad del derretimiento de hielo en cada una de las regiones. Una vez plantados, los expertos podían observar el comportamiento sísmico y obtener datos para conclusiones.

Douglas MacAyeal, glaciólogo de la Universidad de Chicago, explicó que en ambas regiones se observaba una especie de estaque sobre la superficie del hielo, y agua líquida debajo, como un lago que tiene solo la superficie derretida.

Concluyó que "a medida que la temperatura desciende por la noche, el hielo en la superficie se contrae", mientras que "el agua que está debajo se expande a medida que se congela". De modo que este proceso "deforma la capa superior hasta que se rompe de manera brusca".

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Sismos nocturnos en la Antártida

Parece equivalente a una botella de agua congelada que se rompe cuando el hielo se expande súbitamente, pero a escala de decenas de kilómetros cuadrados, lo cual, según los expertos, explica la actividad sísmica.

Por ahora se le llama la hipótesis de los temblores oscuros, porque aun no se ha confirmado definitivamente, pero los investigadores creen que de ser cierta se puede aplicar el conocimiento para monitorear el derretimiento de glaciares de manera remota.

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Fuente:

Science Alert