El pulmón del planeta se está quemando hace más de dos semanas. Los datos satelitales del Instituto de Investigación Espacial (INPE) de Brasil revelaron que los incendios han aumentado más de un 80% en lo que va del 2019, en comparación con el mismo período del año anterior. Aunque se ha difundido mucha información sobre este país, la realidad es que hay otros países que también están en peligro.

La Amazonia comprende regiones de Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Surinam y Brasil. Este último país es el más afectado, ya que de los más de 72.000 incendios registrados allí, cerca de la mitad se han producido en el Amazonas, los incendios también han quemado áreas forestales de Bolivia, Paraguay y Perú.

En Bolivia, en la zona de Santa Cruz se han incendiado 700.000 hectáreas de bosques y pastizales en las últimas semanas. Por eso, las autoridades han decretado un "desastre medioambiental".

Los incendios también afectaron el Pantanal paraguayo, un humedal que comparten Brasil, Paraguay y Bolivia. Este ecosistema atesora 3.500 especies de plantas, 656 de aves, 325 de peces y 159 de mamíferos, reptiles y anfibios; pero las llamas han encendido más de 22 mil hectáreas. La reserva del Cerro Chovoreca, en la misma zona, también ha sido afectada con más de 20 mil hectáreas incendiadas.

El país menos afectado es Perú, que también, de todos modos, registra decenas de focos de incendios, sobre todo en la zona que comparte frontera con Brasil y Bolivia.

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Imagen de la Tierra enfocada en el Amazonas


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Más allá del fuego en sí, el humo se ha encargado de hacerle saber a toda la región que algo requiere una acción urgente. Ha cubierto las localidades amazónicas de Perú, y se ha ido trasladando hacia la costa atlántica, generando cielos oscuros en Brasil.

Detrás de los incendios se encuentra el problema de la deforestación generada por acción humana. "El número de incendios forestales es mayor en las regiones amazónicas más afectadas por las prácticas de deforestación", señaló Greenpeace. La quema forestal "barre" la región para desarrollar la agricultura de monocultivos rentables económicamente pero nada sustentables, como la soya. Esto debería ser regulado para proteger las riquezas ecológicas y el hogar de las comunidades originarias que las han custodiado desde tiempos ancestrales.

Los incendios también afectan la calidad del aire y emiten monóxido de carbono, un gas tóxico que puede agravar enfermedades respiratorias. Las concentraciones en la zona afectada por los incendios podrían quedar en el aire durante un mes aproximadamente y, con el viento, podrían ser transportadas a otros lugares.

Por eso es tan importante que se conozca la noticia y que se unan fuerzas para pedir que se protejan estas zonas tan valiosas para todos. Cada uno desde su lugar, debe hacer todo lo posible para frenar el cambio climático.

Fuentes:

El confidencial

Misiones online

Euronews