Gris, ruido y movimiento son tres factores que es fácil encontrar en una ciudad y que, a menudo, son causa de problemas como el estrés, el insomnio o la ansiedad.

Muchas veces, por cuestiones de trabajo y/o comodidad, la mayoría termina eligiendo vivir en una ciudad, aunque sabe bien que no es el entorno más saludable.

Por eso, alejarse un poco para darse un respiro se vuelve, para muchos, algo vital. Despeja la mente, descansa el cuerpo, y sobre todo nos brinda bienestar.

La naturaleza tiene ese poder restaurador. Y, a menudo, no hace falta recorrer miles y miles de kilómetros; basta solo alejarse un poco de la ciudad para recordar algunas cosas de las que nos olvidamos entre tanto edificio.

¿Cuáles son?

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Las estrellas

¿No te ha pasado acaso alejarte un poco de la ciudad y ver un cielo repleto de estrellas por la noche? No es que no estén todos los días; solo que las luces eléctricas impiden que las veamos. Y sin embargo, ¡qué espectáculo nos brindan y cuánto podemos disfrutar de solo esperar una estrella fugaz cuando el tiempo no nos impide nada!

El ritmo del cuerpo

Otra de las cosas que recordamos cuando nos alejamos de la ciudad es que, en verdad, no necesitamos tanto. Cuando estamos dispuestos a disfrutar, bajamos la ansiedad y el estrés, sentimos un ritmo distinto. Es posible que, por ejemplo, comamos solo cuando sintamos hambre (cosa que casi nunca hacemos al "respetar" horarios) o que, tal vez, no necesitemos usar tanto el celular.

La respiración

Alejarse de la ciudad también hace que cosas que tenemos tan automatizadas, como la respiración, se vuelvan más conscientes. ¿O acaso no te has detenido alguna vez a respirar el "aire puro" de la naturaleza al escaparte de la ciudad?

Los animales

Cuando nos alejamos de la ciudad es muy común que veamos animales libres, como en verdad tendría que ser, ¿no lo crees?

El asombro

Alejarnos de la ciudad también nos da perspectiva, nos hace volver a asombrarnos frente a cosas tan cotidianas pero que pareciera que olvidamos, como el encanto de un amanecer.

¿Qué otras cosas crees que no recuerdas hasta que te alejas un poco de la ciudad?