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Por Ornela Garelli y Verónica Patraca
Las fiestas decembrinas y el Día de Reyes no deben ser sinónimo de consumismo. Los niños y niñas esperan convivir y jugar con sus seres queridos mucho más que el juguete en sí mismo. Además, el consumo excesivo de productos que muchas veces ni siquiera necesitamos contribuye a la contaminación del planeta y agrava la crisis climática y de pérdida de especies que enfrentamos en la actualidad. ¿Por qué? Porque para producir y transportar todo lo que compramos se extraen grandes cantidades de recursos naturales, se generan emisiones de gases de efecto invernadero y de otros contaminantes que afectan suelos, agua y aire.
Es posible celebrar el Día de Reyes y traer alegría a las niñas y niños de una forma que no dañe el medio ambiente y que además resulte en un beneficio real para las personas que están detrás de la producción de lo que regalamos.
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Regala experiencias, no objetos
En lugar de obsequiar objetos que las y los niños muchas veces no usan, como ropa o juguetes, puedes regalarles experiencias. Un ejemplo es hacer algún viaje a un sitio que ellos desean conocer, sea lejos de casa o en la misma ciudad, como una visita a un bosque, un museo o un parque de diversiones. Sin duda, las y los pequeños valorarán enormemente tener algunos días de diversión familiar.
Un día para ser solidarios
El Día de Reyes se disfruta mucho más si podemos compartirlo con otras personas, por ello haz de esta fecha una oportunidad para que los niños y niñas aprendan a compartir con los demás. Pueden por ejemplo participar en actividades escolares de donación y entrega de juguetes a niños y niñas de escasos recursos.
Consume local
Es importante apoyar a los comerciantes o emprendimientos de nuestra ciudad, de modo que contribuyamos al fortalecimiento de la economía local y del ingreso de las familias en lugar de hacer cada más ricas a las grandes empresas. Para ello, si deseas comprar juguetes busca opciones locales en los mercados públicos, tianguis u otros comercios del lugar, así como busca a empresas mexicanas que tienen productos de buena calidad e incluso algunas opciones más ecológicas que los juguetes tradicionales.
Evita las envolturas
Evitemos generar residuos: los regalos no necesitan un empaque o ir en una bolsa, o en todo caso podemos envolverlos con materiales de reúso, como papel periódico u hojas de revistas.
Alarga la vida de las cosas
Lo más ecológico es lo que ya tenemos, así que ¿por qué no regalar a los niños y niñas juguetes de segunda mano en buen estado? Una bicicleta usada pero recién pintada y renovada es un excelente regalo que además cuida nuestros bolsillos.
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