En la noche del domingo 12 de septiembre, una supermanada de 1428 delfines del Atlántico fue conducida por varias horas, a lo largo de de 45 km, por botes rápidos y motos de agua hasta aguas poco profundas en la playa Skálabotnur en las Islas Feroe, territorio de Dinamarca, donde absolutamente todos fueron asesinados.

Sea Shepherd cree que esta es la matanza de delfines o de ballenas piloto más grande registrada en la historia feroesa (la que le sigue en cantidad fue en 1940, cuando asesinaron 1200 ballenas piloto), y es probablemente la matanza individual de cetáceos más grande jamás registrada en el mundo.

Aunque Sea Shepherd ha estado luchando para detener el “Grind” desde principios de los años ‘80, esta última masacre de delfines fue tan brutal y tan mal gestionada que no resulta una sorpresa que esté siendo criticada por la propia prensa feroesa e incluso hasta por portavoces pro-balleneros y políticos de las Islas Feroe.

De acuerdo con los locales, que han compartido videos y fotos junto con Sea Shepherd, esta cacería rompió varias leyes feroesas reguladoras del Grind. En primer lugar, el encargado del Grind para el distrito nunca fue informado y, por ende, nunca se autorizó la caza. En cambio, fue el encargado de otro distrito quien llamó al Grind sin la debida autorización.

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© Sea Shepherd.

Segundo, muchos de los participantes de la cacería no tenían licencia, que es obligatoria en las Islas Feroe ya que implica entrenamiento especial acerca de cómo matar a las ballenas piloto y otros delfines con rapidez. Sin embargo, las imágenes de video muestran que muchos de los delfines todavía estaban vivos y moviéndose aún después de ser lanzados a la playa con el resto de su manada muerta.

Tercero, las fotografías muestran que muchos de los delfines habían sido atropellados por lanchas a motor, básicamente mutilados por sus hélices, lo que habría dado como resultado una lenta y dolorosa muerte. De acuerdo a pobladores locales, la cacería fue denunciada ante la policía feroesa por estas violaciones.

Normalmente, la carne de un Grindadráp se comparte entre los participantes y todo lo que sobre se distribuye entre los pobladores del distrito en donde se lleva a cabo la cacería. Sin embargo, hay más carne de delfín proveniente de esta matanza de lo que nadie quiere tomar, así que se están ofreciendo los delfines a otros distritos con la esperanza de no tener que desecharlos.

El periódico danés Ekstra Bladet publicó entrevistas con pobladores locales, cuyos nombres completos no han sido revelados por la seguridad de sus familias, que explican como muchos feroeses están furiosos con lo que ocurrió. “Calculo que la mayoría de los delfines serán tirados a la basura o dentro de un agujero en la tierra”, dijo uno. “Deberíamos tener cuotas por distrito, y no deberíamos matar delfines”, dijo otro. Un poblador le pidió a la Primer Ministro danés, Mette Frederiksen, que investigue el asunto, diciendo que “si ella expresa su crítica, entonces también facilitarán el camino a los pobladores locales que desean que esta tradición bárbara termine”. Otros expresaron preocupación frente a la posibilidad de que, con la prensa internacional mostrando a los delfines asesinados, sus exportaciones se vean en peligro (las Islas Feroe exportan salmón a Reino Unido, EEUU y Rusia).

241315880_547579292983445_6245059165104906192_n © Sea Shepherd.

Hasta la prensa feroesa local, usualmente reacia a publicar en contra de la cacería, cita a Hans Jacob Hermansen, antiguo presidente del Grind, diciendo que la matanza fue innecesaria.

“Que semejante cacería tenga lugar en 2021 en una muy adinerada comunidad isleña europea, a solo 230 millas del Reino Unido, sin necesidad de tanta cantidad de carne contaminada, es indignante” - Rob Red, Director de Operaciones de Sea Shepherd.

Para que tengan una idea de la escala, esta única matanza de 1428 delfines del Atlánticos en Skálabotnur se acerca a la cuota del gobierno japonés para los seis meses de matanza/captura de delfines en la infame “caleta” de Taiji, en Japón, y supera significativamente los números de delfines efectivamente asesinados en años recientes en la temporada de matanza en Taiji.

Esta cruel e innecesaria cacería fue llevada a cabo cerca del final del verano, cuando los feroeses ya han asesinado a 615 ballenas piloto, lo que lleva el número total de cetáceos asesinados en las Islas Feroe en lo que va de 2021 a un espeluznante 2043.

“Considerando los tiempos en los que nos encontramos, con una pandemia global y el mundo haciendo un alto, es absolutamente espantoso ver un ataque de esta escala hacia la naturaleza, en las Islas Feroe. Si hemos aprendido algo de esta pandemia es que tenemos que vivir en armonía con la naturaleza en lugar de destruirla” - Capitán Alex Cornelissen, Sea Shepherd Global.

Cada año, Sea Shepherd se encuentra con más y más habitantes de las Islas Feroe que se oponen al Grind, pero que no pueden decirlo públicamente por miedo a sufrir represalias. Seguiremos apoyando sus esfuerzos para acabar con la matanza de ballenas piloto y otros delfines.

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Para obtener más información, estadísticas y las últimas noticias sobre las cacerías Grind en las Islas Feroe, visitá el sitio de la campaña Bloody Fjords o la página de Facebook.

*Traducción del original por Sea Shepherd Argentina.