*Lic. en Nutrición MN 7385.

¿Alguna vez te pusiste a pensar de dónde viene tu comida? ¿Qué hay detrás del paquete que compras…?

El recorrido del campo a tu mesa puede tener infinitas variables. Algunas son más amigables con el ambiente, otras súper intensivas que utilizan muchos recursos y contaminantes. Comer algo tan simple y tan complejo que hacemos todos los días... si estás en el grupo de los afortunados que pueden elegir cómo alimentarse.

¿Qué comemos cuando comemos? Esta pregunta fue mi disparador de tesis de grado, y me sigue guiando llevándome a recorrer el sistema de producción de alimentos. Ir más allá de los sabores y texturas, y saber que cada vez que compras un alimento estás apoyando un tipo de producción.

Desde el campo a tu mesa interfieren recursos, personas, animales, combustible, antibióticos, agroquímicos, envases y demás. En esta nota, haremos un pequeño recorrido para descifrar el nexo entre alimentación y sustentabilidad.

Que recursos usamos para producir eso que comes: desde el campo a la mesa

Si miramos el agronegocio intensivo, vamos a encontrar campos con monocultivo, mucho de los mismo en grandes dimensiones de territorio, con uso de fertilizantes, fungicida, herbicidas, agrotóxicos para poder darle escala a esa producción, que contaminan agua, tierra,aire y poblaciones vecinas.

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¿Sabías que el agua de lluvia tiene agroquímicos? tambien se vio que los peces de rio en Argentina no son recomendable su consumo ya que se les encontró grandes cantidades de agroquímicos en sus músculos. ¡Claro que todo con lo que fumigamos termina en los ríos también! A veces lo vemos como cosas aisladas pero todo tiene que ver con todo.

Para producir alimentos usamos muchos recursos.

Agua, combustible para trasladar de una zona a otra, antibióticos (la industria farmaceutica para animales es la que mayor volumen de producción tiene aun mas que para humanos) envases, plásticos, etc. Argentina es campeón del mundo, no solo en futbol, sino también en fumigación: somos el país con mayor uso de agroquímicos.

Algunos datos de uso de agua

1kg de carne de vaca utiliza 15.000 litro de agua, además de granos, combustible, antibioticos, el desmonte de bosques y humedales para ganar más espacio de producción. Además, el dióxido de carbono que libera a la atmósfera sumado el maltrato animal de su producción intensiva generan una gran huella de carbono.

En cambio, para generar 1kg de lentejas una legumbre con muchas propiedades nutricionales se utilizan 25 litros de agua.

Al consumir legumbres aumenta su rendimiento y puede alimentar a muchas personas brindando proteínas de buena calidad. Una de las bases de por que recomendar una alimentación con mayor cantidad de plantas -plantbased- por el cuerpo y el ambiente.

Sumando a todos estos recursos que se utilizan, mucho no se consume y se tira por diferentes motivos (como pueden ser plagas, sequías, vencimiento de los paquetes en el supermercado/hogares, motivos estéticos de los alimentos).

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El desperdicio de alimentos a nivel global es de un 30% de todo lo que se produce.

Solo en Argentina se tiran 72 kg de alimento por persona por año. ¡Una locura! Un gran costo ambiental por los recursos utilizados, y un ejemplo de mala distribución de los alimentos.

Vivimos en un mundo donde hay al mismo tiempo personas con hambre y desnutrición por falta de acceso, pero tambien hay obesidad y enfermedades metabólicas por exceso de consumo de comidas no tan saludables. Esto tambien trae un costo en servicios de salud, pública o privada.

La crisis climática trae nuevos desafíos a la hora de producir

En la actualidad se están viviendo sequías, inundaciones, cambios abruptos de clima, plagas también en la ciudad, como el dengue y los trips que vimos hace poco en Buenos Aires, sobre uso de agrotóxicos. Pensar otras formas de producir nuestros alimentos es una necesidad real que tambien puede ser redituable económicamente.

El camino es la agroecología: otra forma de producir alimentos. Una agricultura regenerativa, con sistemas integrados, rotación de los cultivos, sin uso de agrotóxicos, con fertilizantes naturales. Brindando alimentos de mayor valor nutricional, delicioso sabor, con menor impacto ambiental, potenciando la salud de los consumidores, regenerando el ambiente que somos.

Desde el mundo de las carnes están las vacas de pastoreo, donde vuelven a caminar y comer pasto, y no alimentarse de feedlot, un alimento balanceado a base de soja.

La información nos da herramientas para elegir, sabemos que con nuestra compra diaria damos un voto de confianza y financiamos un tipo de producción u otra.

Comer más plantas, disminuir el consumo de alimentos de origen animal, ver donde compramos nuestra comida. Decisiones diarias que acompañan la transición alimentaria y productiva que el mundo está necesitando.