Ya no es una novedad leer notas sobre los distintos focos de incendios que ocurren a lo largo y ancho de Australia. Desde hace ya 18 meses el país es destrozado por las llamas. El hábitat y hogar de diferentes especies vegetales y animales es destruido con el avance del fuego. Decenas de miles de australianos abandonan sus hogares para escapar de los múltiples incendios. Pero ¿por qué surgen los incendios? ¿Existe un culpable?

¿cuáles son sus CAUSAS?

Debido a la producción forestal, el tipo de árboles que hay y el clima del país, es normal la existencia de incendios forestales durante el verano en Australia. Pero desde hace varios meses, que esto ha escalado a una situación nunca antes vista, en donde los incendios han aumentado su frecuencia, intensidad, duración y agresividad. ¿A qué se debe esto?

Según artículos publicados en la revista MIT Technology Review, son 3 los factores que más influyen en la generación y dispersión de las grandes llamas en Australia:

* Temperaturas: Los valores registrados durante los pasados veranos han batido récords, siendo los más calurosos y secos. Esto exacerba las sequías y la transpiración de plantas, dejándolas más secas y muy inflamables.

* Precipitaciones: Se han registrado disminuciones en la cantidad de lluvias en las últimas décadas, lo que alarga la temporada de incendios.

* Superficie forestal: Australia posee alrededor de 134 millones de hectáreas de bosque, posicionándose como la séptima área forestal más grande reportada en cualquier país y cubriendo el 3% de la superficie forestal del mundo. Esto convierte al país es una zona muy propensa a los incendios.

Los primeros dos factores, se ven aún más potenciados con el avance del cambio climático. Esta variación de origen antrópico, en el estado actual del sistema climático terrestre, está generando destrozos en todo el mundo. Sin embargo, muchos todavía creen que no es real y no siguen las recomendaciones de los científicos y conocedores del tema.

El actual primer ministro, Scott Morrison, es muy criticado por su falta de interés en temáticas ambientales y climáticos. Incluso se ha dado a conocer, que ha retirado casi toda la financiación de programas de investigación en recursos de prevención, mitigación y adaptación al cambio climático, e incluso no tomó medidas para la gestión del riesgo cuando hace algunos años pronosticaron grandes sequías.

La principal razón por la cual está ocurriendo el cambio climático es la emisión de gases de efecto invernadero y, según algunos estudios, los australianos representan el 0.3% de la población mundial, sin embargo, liberan el 1.07% de todos los GEI. Esta situación se ve agravada con la falta de medidas en pos de la protección del ambiente, el continuo apoyo a la industria del carbón por parte del Primer Ministro y la liberación del carbono almacenada por años en los árboles quemados.

Aun cuando todos estos factores, contribuyen a la generación, dispersión y difícil control de los incendios en el país, no olvidemos que muchos también son causados de forma accidental como el ocurrido en la Isla Fraser, a partir de un incendio en un lugar no habilitado.

incendios australia

¿y sus CONSECUENCIAS?

Se estima que luego de los incendios causados en los años 2019 y 2020, se quemó un área casi del tamaño de Reino Unido, en donde hubo 33 víctimas fatales, desplazó o mató a casi 3 mil millones de animales y le costó a la economía australiana unos 7 mil millones de dólares. Además, la cantidad de CO2 que fue liberada por los fuegos, superó a las emisiones de más de 8 meses de Australia.

Según un estudio del Instituto de Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia, en el 2050 no habrá “invierno” en el país (salvo en la isla de Tasmania). El informe sugiere la irrupción de una estación que podría llamarse “nuevo verano”, con temperaturas sostenidas por encima de los 40 grados. Esto a su vez, generaría más condiciones propensas a los incendios de gran escala.

incendios australia

¿qué aprendimos de esto?

Australia ha vivido una situación muy complicada y triste, pero debemos utilizar lo sucedido para centrarnos en las lecciones que nos dejó y evitar que vuelva a pasar.

La enseñanza más importante es escuchar a los científicos, climatólogos y conocedores del tema. Los últimos incidentes han dejado a la vista la falta de compromiso político ante la evidencia científica.

* Ya en el 2007 el Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), advertía que, en el sureste de Australia, la frecuencia del riesgo extremo de incendios subirá del 4% 25% en el 2020 y preveía “una mayor intensidad y un menor intervalo entre los fuegos” por el aumento de las temperaturas.

* 12 años después, 300 científicos escribieron a los gobiernos federales y locales criticando la gestión territorial y las prácticas de “desbroce de vegetación nativa” que en su opinión contribuyeron a la sequía.

Aún teniendo como evidencia toda esta información, no se tomaron las medidas correspondientes para la gestión del riesgo, lo que derivó en estas grandes catástrofes.

El caso de Australia es uno de muchos. Hemos visto lo mismo en el Amazonas, en donde se registraron casi un 60% más de puntos calientes en el 2019 que en el año anterior, y en gran parte de Argentina, con grandes fuegos en el norte, centro y sur del país. En este preciso momento, El Bolsón está en riesgo, y ya cuenta con más de 10.000 hectáreas de bosque nativo quemadas.