Un nuevo estudio, realizado por conservacionistas del Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund, WWF) y otras organizaciones ambientales, descubrió que las trampas ilegales son una amenaza enorme para la biodiversidad del sudeste asiático.

De hecho, los investigadores concluyeron que presentan un mayor peligro para la biodiversidad que la degradación causada por la tala de bosques. Estas trampas se están instalando ilegalmente a un ritmo cada vez mayor, con un efecto devastador en las selvas tropicales y las comunidades de mamíferos y aves que habitan la región.

El sudeste asiático está formado por los países Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Timor Oriental, Palaos, Vietnam y las islas Andamán y Nicobar de la India.

El estudio refuerza el llamado de muchos activistas ambientales para redirigir parte de la atención sobre la conservación del hábitat hacia la supervisión y las sanciones más estrictas sobre las trampas ilegales.

Un tigre duerme sobre su madre

Durante años, la pérdida de hábitat y la degradación de los bosques se habían percibido como los principales culpables del daño a los ecosistemas de la selva tropical en el sudeste asiático, pero esta investigación revela que la caza ilegal con trampas es una amenaza más inmediata.

El estudio se publicó en la revista Communications Biology, y se realizó colocando cámaras para comparar áreas de los bosques del sudeste asiático que se sabe que están azotadas por trampas de cazadores ilegales, y otras que se han visto afectadas por la tala. Se encontraron tasas más altas de muerte en los sitios de caza que en áreas afectadas por otros factores.

Específicamente, la caza excesiva provocó la extinción funcional de 25 especies en el bosque de Annamitas (que cubre Vietnam, Camboya y Laos), en comparación con cuatro especies que se extinguieron funcionalmente en los bosques talados de Sabah (Malasia).

Las trampas generalmente son nudos de cable o alambre que los cazadores colocan para atrapar animales salvajes. Aunque se han establecido regulaciones para hacer que la práctica sea ilegal en muchas áreas, los mamíferos y aves terrestres son víctimas de ellas.

tigre

Los hallazgos de WWF se apoyan en investigaciones previas que advirtieron de manera similar sobre el impacto de las trampas en la vida silvestre, especialmente los tigres y leopardos en los bosques de Laos.

Al comentar sobre los resultados, el coautor del artículo y director de Conservación de WWF, Francois Guegan, indicó: "Las trampas son perniciosas porque son baratas de fabricar, se pueden configurar muy rápidamente y son increíblemente mortales para cualquier cosa que se les presente".

En lugar de abordar la tala y la conservación del hábitat, los autores concluyen que se necesita más trabajo para combatir la caza excesiva en las selvas tropicales y así asegurar la supervivencia de la biodiversidad de la región.

Fuente:

Nature