Dime cuánto consumes y… te pondré un reto para disminuir tu impacto.

¿Sabías que el 10 % de las personas con mayor ingreso a nivel mundial es responsable de 25 al 43% del impacto ambiental? En contraste, el 10% con ingresos más bajos causa solamente del 3 a 5 % de dicho daño.

En términos de gases de efecto invernadero (GEI), el nivel medio de emisiones de una persona que forma parte del 10% más rico de la población mundial es sesenta veces superior al de una persona que pertenece al 10% más pobre (OXFAM, 2015).

consumismo

¿Qué quiere decir esto? Que el elevado consumo de bienes y servicios, que muchas veces no son realmente necesarios y se adquieren de forma superflua, está acabando con el planeta. Por eso, en los sectores con mayores ingresos de la población, los que cuentan con mayor poder de compra, e incluso en las clases medias, se debe replantear la forma en que se consume, de modo que las acciones y decisiones del día a día no terminen dañando el medio ambiente y a otras personas.

Consumo responsable: qué es

El consumo responsable aparece como una buena alternativa para revertir estos indicadores. Esta forma de consumir se traduce en una serie de prácticas que favorecen estilos de vida sostenibles, buscando la justicia social, desde la equidad y la solidaridad. En sí, el consumo responsable se opone a las relaciones económicas y comerciales que van en detrimento del ambiente y en incremento de las desigualdades.

Mira el video de consumo responsable que enseña a ser más amigables con el ambiente

Aunado a esto, el consumo responsable permite replantear nuestras necesidades y la forma en que las satisfacemos. Con ello es posible retomar nuestro poder para decidir y optar por otros modelos de producción, distribución, consumo y desecho, y romper con la idea de que el consumidor está controlado por las estrategias publicitarias y los precios del mercado.

mujer compra frutas y verduras climatéricas en un mercado local

El consumo responsable y el comercio justo se presentan así como una alternativa para relocalizar la economía, para poner a la sostenibilidad de la vida en el centro de la producción y del consumo, en lugar del enriquecimiento de unos pocos. Se trata de una acción política local que exige modificar y reorientar las formas insostenibles de consumir, pero también de producir.

De esta forma, el consumo justo y responsable puede considerarse un acto de justicia climática, dado que las prácticas que motivan la producción y el consumo de artículos generados bajo esta línea realmente se traducen en acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, es decir, de reducción de gases de efecto invernadero y de ajustes para enfrentar los impactos esperados, respectivamente.

Algunos de los ejemplos más evidentes de este estilo de producción y consumo los encontramos en materia de alimentos, como en el caso de la producción agroecológica. En México, existen un sin número de iniciativas de consumo alternativo que siguen estos principios, como mercados de productores, tianguis agroecológicos, cooperativas de consumo, colectivos, etc., los cuales son opciones muy valiosas para asegurar un abasto de alimentos y productos naturales, saludables, locales y frescos. Puedes buscarlos en tu ciudad y disminuir tus visitas al supermercado.

verduras agroecológicas

Pero hay otras muchas cosas que podemos hacer para disminuir nuestro consumo, el cambio climático y la desigualdad.

"Debemos siempre recordar que cada decisión de compra significa un voto a favor o en contra del sistema de producción-consumo que necesitamos y merecemos. En consecuencia, el consumo responsable puede considerarse como un acto político y de activismo social ¿te animas a probarlo?" Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.

el reto del consumo responsable

Te proponemos una semana de reto como consumidor responsable, para que puedas desafiarte a llevar una vida más sustentable y amigable con el ambiente. El objetivo es que cada día puedas incorporar pequeños hábitos sustentables de forma gradual, para que se acumulen a lo largo de la semana.

Una mujer mirando las etiquetas de los productos que compra
  • LUNES: un día sin productos animales
  • MARTES: inicia tu huerto con una sola planta
  • MIÉRCOLES: repara o intercambia una prenda de ropa
  • JUEVES: encuentra un lugar de comercio justo y sustentable para hacer tus compras
  • VIERNES: un día sin coche
  • SÁBADO: infórmate y comparte el reporte “El consumo en México y sus impactos en el cambio climático”
  • DOMINGO: cuenta en tus redes sociales cómo te sentiste durante esta semana. Invita a 5 personas a cumplir el reto.

¿Y tú, Qué otros hábitos incorporarías en el reto? ¡Cuéntanos en los comentarios!