El 18 de enero de este 2022 el eje nodal pasó de estar en los signos de Géminis-Sagitario para pasar a emplazarse en Tauro-Escorpio hasta el 17/7/2022. Antes de explicar qué implica y qué consecuencias puede tener, vamos a hablar un poco del eje nodal.

En astrología consideramos el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y sus emplazamientos en la eclíptica. Sin embargo, hay dos puntos donde la órbita lunar se cruza con la Eclíptica (el movimiento aparente que traza el Sol alrededor de la Tierra). Esto forma un eje: uno de los nodos se encuentra en uno de los signos y el otro en el signo opuesto. Sobre estos signos se producen los Eclipses durante este período, ya que implica la alineación entre el Sol, la Luna y la Tierra.

luna llena

Durante parte del 2020 y todo el 2021 el Nodo Norte se encontró en el signo de Géminis y el Nodo Sur en Sagitario. El Nodo Norte nos pide que vayamos a trabajar esa energía. Representa un trabajo evolutivo que la humanidad debe realizar durante ese año y medio. El Nodo Sur indica aquello que debemos dejar atrás, o trascender para poder ir a su signo opuesto. Por lo tanto, durante este año y medio que pasó, hemos visto como fue necesario soltar los dogmatismos (Sagitario) y conectar con la verdad, la información, la ciencia (Géminis). Se produjo un cierre de las fronteras internacionales, los viajes transatlánticos y una caída en el turismo (Sagitario), pero se benefició el turismo local, la conexión con los más cercanos (Géminis).

Este año tendremos otro aprendizaje como humanidad: con el Nodo Norte en Tauro, signo de Tierra y estabilidad, la misión será reconstruir lo perdido, especialmente la economía. Cuidar los bienes, los recursos, el trabajo, y principalmente la tierra y la naturaleza. Entre otros de los aprendizajes que nos ha dejado la pandemia, se ha puesto de relieve el daño que la humanidad le está produciendo a los animales y a la naturaleza. Todas estas son temáticas taurinas que estarán muy presentes, y especialmente activas durante los eclipses.

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El Nodo Sur en Escorpio implicará tener que trascender las tendencias destructivas y tóxicas de la humanidad. Sin embargo, el Nodo Sur no es sólo lo que debo soltar, sino que debe integrarse con su sabiduría. Poder ir a Tauro (la paz, la calma, la estabilidad, la comunión con la vida y la naturaleza) incorporando Escorpio en sus octavas superiores (astucia, estrategia, capacidad de ver más allá, profundidad), es mucho más fructífero ya que implica una mayor completud y sabiduría.

A nivel personal, dependerá mucho de dónde la persona tenga la energía de Tauro y Escorpio en su carta natal y si tiene planetas allí presentes. No todos lo viviremos del mismo modo y siempre es necesario hacer un estudio individualizado. Pero a nivel general, podemos pensar que puede preponderar un deseo de ir hacia la calma, soltar lo que ya no es necesario y aferrarse más fuertemente a lo que valoramos, a lo que nos hace bien. Un deseo de estar más cerca de la naturaleza (fenómeno que se viene observando en estos últimos tiempos).

Para poder cuidar de lo bello y valioso es necesario poder soltar lo que ya no es más útil. Esta premisa será muy importante en los próximos 18 meses.