El Sol entró en Géminis. La energía acelera su paso, desprendiéndose de cierta pesadez y lentificación del signo anterior.

Entramos en el campo de las múltiples conexiones y posibilidades. Géminis es ese niño inquieto, abierto al mundo, fascinado por todas esas asociaciones y relaciones que se encuentran debajo de todo lo que somos y vemos. Nos recuerda que nacemos, aprendemos y crecemos en vínculo, en el intercambio, incluyendo lo nuevo y lo distinto. Todo está conectado.

Esta energía necesita moverse, cambiar de espacios, cambiar de ideas, tener opciones, jugar. Necesitamos de nuestros vínculos y si no puede ser en persona, será por teléfono, a través de las redes, por carta o lanzándonos avioncitos de papel previamente desinfectados.

Mercurio, planeta facilitador de los movimientos, intercambios y pensamientos, se encuentra en Géminis como en su casa, haciendo que la fluidez en la comunicación se vea muy favorecida hasta el 18 de junio, donde se pondrá retrógrado, cambiando la energía en dirección a la introspección y el mirar hacia adentro.

En estos tiempos humanos marcados por la distancia física estamos más atentos y conscientes de nuestro espacio personal, así como del espacio de los demás. Despacito, vamos aprendiendo algo nuevo, ampliando el registro de cómo un pequeño movimiento nuestro, puede generar una gran influencia sobre un otro, y viceversa.

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Fuente: cortesía de @astroilustra

En la paradoja de encontrarnos separados, vamos descubriendo cómo estamos conectados. Al mismo tiempo hay momentos en que nos sentimos más solos y desconectados. Aislados afectivamente. Distantes en nuestro corazón de aquellos que amamos.

La soledad se diferencia del aislamiento en esto. El aislamiento siempre es en relación a un otro, hay una distancia y desconexión externa o interna que no solo se produce estando solos, sino bien puede presentarse en toda situación de supuesta “conexión” a través de las noticias, redes, chats y llamadas.

La soledad, en cambio, es un estado de silencio, nutritivo para uno mismo y para nuestras relaciones. En la soledad estamos con nosotros mismos y también nos sentimos acompañados en nuestro corazón por otros. Estamos solos, pero no nos sentimos solos. Aunque no nos veamos, sabemos que estamos conectados.

El sol, mercurio y venus en géminis nos hacen más sensibles a la comunicación y a la conexión. Amplían la posibilidad de darnos cuenta.

¿Cómo me comunico?

¿Cómo me desconecto?

¿Qué me ayuda a conectarme conmigo mismo?

¿Qué me ayuda a conectarme con los otros?

¿Genero esos espacios para mí y para compartir con otros?