El origami es el arte de hacer figuras y objetos utilizando nada más que papel. La práctica consiste en doblarlo sin utilizar pegamento ni tijeras hasta obtener una pequeña escultura. Este arte japonés que se practica desde hace miles de años es una actividad placentera y entretenida, y realizarla presenta muchos beneficios emocionales y cognitivos para quién la realiza.

Recomendada tanto para niños como para adultos mayores, hacer origami puede ser un momento de tranquilidad y entretenimiento para cualquiera. Teniendo en cuenta la situación actual, en la que estamos mucho tiempo en casa y casi todo nuestro día transcurre alrededor de una pantalla, puede ser una gran actividad para desconectarnos y tener un momento dedicado a crear algo con nuestras propias manos.

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Beneficios de practicar origami

Es relajante

Es una actividad ideal para alejarse de las pantallas y tener un momento de tranquilidad en nuestra rutina. Perderse entre los pliegues y la imaginación, aparte de estimular la creatividad, ayuda a reducir los niveles de ansiedad y estrés.

Mejora la coordinación

Practicar origami favorece a la coordinación y la motricidad, es por ello que es una actividad altamente recomendada en niños y adultos mayores. También se la utiliza en rehabilitación motora y terapia ocupacional.

Es una actividad ideal para pacientes que presentan dificultad al mover las manos, o que necesitan mejorar su motricidad fina (movimientos que requieren de precisión) y la coordinación entre las manos y los ojos.

Favorece la capacidad de atención

Practicar origami supone el desarrollo de patrones y secuencias en nuestro cerebro, así como el desarrollo del sentido del orden al practicar la construcción de secuencias.

Activa la memoria

Al intentar previsualizar las figuras y recordar las imágenes y pasos a seguir, favorecemos el desarrollo de una buena memoria a corto plazo. En ese sentido, practicar origami también es ideal para quienes necesiten fortalecer su memoria o atención visual.

Fortalece la autoestima

Al practicar origami trabajamos la autoestima, la introspección y la comunicación con los otros. La práctica es un momento de tranquilidad y concentración que nos permitirá trabajar en la paciencia y la perseverancia.

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¿Tienes ganas de comenzar? aquí van algunos tips

- Despeja tu escritorio y ponte cómodo para trabajar sobre una superficie lisa, dura y ordenada.

- Consigue un papel que sea fácil de plegar, liviano y no muy duro, para que puedas manipularlo con facilidad.

- No te lances a una figura complicada el primer día, comienza con piezas simples para practicar los doblados antes de avanzar hacia una más compleja.

- Pon mucha atención a los pliegues. Sé lo más exacto posible al doblar el papel ya que de eso dependerá el resultado final.

- ¡Ten paciencia! La práctica y la experiencia son el camino hacia el éxito.