Te impresionará saber que después de realizar una encuesta, se encontró que al menos el 50% de los hombres solteros entre 18 y 25 años de edad cambian las sabanas de su cama solo cuatro veces al año y hay quienes lo hacen solo si es necesario, por ejemplo, en caso de derramar un bebida, comida, etc.

Por lo que se realizó un estudio que evalúa los distintos tipos de microbios que pueden encontrarse en una funda de almohada. Para tratar de hacer entender la importancia de cambiar y lavar correctamente la ropa de cama.

[También te puede interesar: El cáncer de mama supera al de pulmón como la variante más común de la enfermedad]

Células muertas y ácaros

Aunque estemos durmiendo, nuestro cuerpo continúa su actividad metabólica normal. Por lo que es posible expulsar hasta 15 millones de células muertas de la piel, solo por una noche. La cuales se quedan entre las sábanas y las fundas.

Una mujer en la cama con una almohada sobre la cara

Más tarde, para encargarse de dichas células, llegarán los ácaros. Animales tan diminutos que no se pueden observar a simple vista. Estos aprovechan cualquier tipo de suciedad o polvo para crear su población.

Al encontrarse en las sábanas sucias, estos pequeños arácnidos no durarán en reproducirse. Por lo que se multiplicarán, aumentando el número de insectos cada minuto.

Algunos ácaros pueden ser capaces de picar y penetrar la piel, causando distintas enfermedades. Entre estas, se pueden mencionar: sarna, escabiosis, dermatitis pruriginosa, etc.

Mientras menos frecuente sea el cambio de la ropa de cama, más insectos causantes de enfermedades dormirán contigo.

[También te puede interesar: Ideas para mantener los ácaros fuera del hogar y evitar alergias]

tender la cama

Pero eso no es todo…

Además de restos de piel muerta, rastros de sudor u otros fluidos corporales y millones de ácaros, las sábanas sucias pueden contener tanto hongos como bacterias.

Un estudio realizado, demostró que solo en la funda de nuestra almohada se pueden encontrar tantas bacterias como en la tapa de un inodoro. Así es, ese lugar donde nos sentamos para cubrir ciertas necesidades fisiológicas, como defecar.

Y no estamos hablando de una pequeña cantidad de bacterias, ni siquiera igual al número de microbios encontrados en la tapa del inodoro. Está comprobado que en la funda de la almohada pueden haber mil veces más bacterias que en donde hacemos nuestras necesidades.

inodoro

Lava tus sábanas

Es muy importante cambiar la ropa de cama, por lo menos una vez a la semana. Así como lavarla con agua tibia y suficiente detergente, de tal forma que se eliminen todos los microorganismos que se resguardan en la suciedad de las sábanas.

Hacer esto es recomendable, no solo para dormir en una cama más aseada, lo cual sin dudas te hará sentir mucho más cómodo y en confort. Sino también para cuidarte de no adquirir distintas enfermedades.

Como ya se mencionó, las sábanas que no se lavan de manera constante pueden albergar ácaros, hongos, bacterias, microorganismos capaces de crear afecciones en la piel, los ojos, las vías respiratorias, entre muchas otras cosas.

Así que, no es mentira lo dañino que puede ser dormir entre sábanas sucias. LAVA TUS SÁBANAS para evitar pasar la noche con tan mala compañía.

[También te puede interesar: Lactancia tándem: ¿de qué se trata y cuáles son sus beneficios y riesgos?]

y tú, ¿cada cuánto tiempo lavas tus sábanas? ¡cuéntanos en los comentarios!