A finales de los años 60´s, el psicólogo Jhon Bowlby se interesó más acerca del vínculo entre el infante y sus criadores para identificar cómo éste tiene un impacto en su relacionamiento posterior y es de allí desde dónde se desarrolla la actual teoría del apego.

Como ya sabes, el objetivo de mis artículos es promover un viaje a tu interior, a que te conozcas más y utilices esa información que descubras para guiar tu camino hacia un ser humano más elevado. Por lo que antes de aplicar este conocimiento en otros, úsalo para ti.

Dentro de la teoría del apego contemporánea (Hazen & Shaver) existen dos categorías principales, el apego seguro y el apego inseguro. Esta última tiene a su vez tres subcategorías las cuales desarrollaremos más a profundidad en el artículo siguiente. Por ahora nos vamos a centrar en el entendimiento general de esta teoría. Ambas categorías son aplicables tanto en infantes como en adultos.

Apego seguro

Una persona que ha sido criada con un vínculo fuerte tanto físico como emocional en sus primeros años de vida es más propenso a sentirse con la confianza necesaria para explorar el mundo, sabiendo que siempre existe ese lugar seguro al que podemos volver en cualquier momento.

Lo que se traduce en características como autonomía, autoestima sana, autoconcepto sano, confianza en uno mismo, curiosidad, apertura mental y proactividad. Estarás pensando ‘eso suena bien, pero, ¿en acciones cómo se ve?’. Las personas con apego seguro son aquellas que pueden tomar decisiones por si mismas con facilidad, que se aman y a la vez reconocen que tienen falencias en las que deben trabajar. También son ser humanos que se definen a si mismos con claridad, respetándose y cuidándose.

Su curiosidad no está basada en el morbo sino en una necesitad natural de explorar nuevas posibilidades, son receptivos/as a nuevas maneras de pensar y a la retroalimentación que reciben de otras personas y del entorno. Finalmente, la proactividad se ve expresada en ayudar a los demás, en colaborar con un equipo y en buscar soluciones que tengan un impacto positivo tanto de manera individual como colectiva.

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Madre abrazando a dos hijos sentados en el sillón

Apego inseguro

Una persona cuya crianza fue establecida bajo un vínculo inconsistente, sin refuerzo de amor, aceptación ni motivación. Muchas veces esto se da con padres/criadores que no demuestran cariño, que son excesivamente estrictos o exigentes. Lo que genera esa sensación de que nunca es suficiente. Por lo que la idea de explorar el mundo puede resultar bastante atemorizante ya que no se concibe la opción de que al volver, el recibimiento sea con los brazos abiertos.

Dentro de esta categoría existen tres divisiones, las cuales exploraremos en mayor profundidad más adelante. Pero para que tengas una breve idea un apego inseguro puede expresarse como: Apego ansioso-ambivalente, apego evitativo o apego desorganizado/desorientado.

Niña solitaria mirando el mar

Si sientes que no encajas necesariamente dentro del apego seguro, no te preocupes ya que ahora que eres un adulto puedes tomar responsabilidad de tu vida y tus acciones volviendo a criar a tu niño/a interior con el respaldo de un profesional de la salud mental. Mantente en sintonía para la segunda parte de este tema. Y si quieres que alguien respalde tu proceso, cuenta conmigo.