Tener una mascota es algo realmente increíble. Son amigos fieles e inseparables que nos acompañarán y apoyarán sin pedir nada a cambio, pero por supuesto a todos nos gusta consentirlos y darles siempre lo mejor.

Sin embargo, a veces nos acostumbramos a ciertas prácticas que no benefician a nuestros fieles amigos, olvidando que requieren de nuestra atención gran parte del día. Estos son algunos de los errores más comunes que cometemos cuando tenemos mascotas, sin importar cuanto los amemos.

  • Olvidarnos que somos el centro de sus vidas
Los animales parecen bebés en muchos aspectos y debemos darles nuestra atención total algunas horas a lo largo del día. Desde sacarlos a pasear y alimentarlos, a estimularlos con juegos y juguetes para que estén siempre divertidos. No debemos subestimar la importancia que tenemos en sus vidas.

  • Gritarles cuando hacen algo indebido
Educar a una mascota para que se comporte correctamente no es nada fácil, y habrá muchos errores en el camino, pero tampoco debemos acostumbrarnos a levantarles la voz cada vez que hacen algo indebido, ni mucho menos a lastimarlos. Nuestras mascotas tienen sentimientos y recibir maltrato repetidas veces puede traumatizarlos igual que a cualquier persona. Incluso si es maltrato verbal.

  • Dejarlos solos mucho tiempo
Al igual que los bebés y niños pequeños, los animales se ponen nerviosos y tristes si los dejamos solos por mucho tiempo y tenemos que evitarlo. Si vas a estar fuera mucho tiempo, asegúrate de que un amigo les preste atención o adopta otra mascota para que se acompañen el uno al otro.

  • Despertarlos en cualquier momento
Algunos animales deben dormir muchas horas al día para estar sanos y despertarlos inesperadamente les causa estrés, más aún si pasa regularmente. No los despiertes a menos que haya una buena razón para hacerlo.

  • Mirarlos fijamente
Los animales sienten estrés cuando los miras fijamente porque sus instintos les dicen que algo está mal. Cuando los mires con cariño, hazlo brevemente o de forma discreta.

  • Usar palabras distintas para la misma instrucción
Si bien no entienden nuestro idioma, reconocen algunas palabras cuando están asociadas a una acción en particular, y cambiarla caprichosamente es confuso para ellos. “Busca la pelota” es distinto de “¿Dónde está la pelota?” y debes enseñarle solo una para evitar confusiones.

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  • Compartir nuestra comida
Si bien son muy tiernos cuando piden comida, deben comer su comida, no la nuestra, porque no pueden comer exactamente los mismos alimentos que nosotros. Si a menudo le das de tu plato, algún día podrás darle algo de lo que los perjudica, sobre todo si no estás bien informado. Debes evitar compartir tu comida con ellos y acostumbrarlos a comer solo la suya.

Si tienes alguna duda sobre su dieta, debes visitar a un especialista.

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  • Dejarlos ser muy sedentarios
No es necesario que tengan una rutina estricta, pero igual que las personas, los animales necesitan moverse para estar de buen humor y sanos. Asegúrate de jugar con ellos regularmente y esto cubrirá sus necesidades físicas.

  • Cargarlos inesperadamente
Cuando los tomas en tus brazos inesperadamente para abrazarlos, tu mascota puede sentir mucho estrés (o puede que no, dependiendo de su naturaleza). Para evitar estos momentos estresantes, enséñale una palabra clave para que sepa que quieres acariciarlo, y actúa según su reacción. Si no responde positivamente y se queda quieto, déjalo por un rato y vuelve después.

  • No educarlos desde pequeños
Es necesario que los animales conozcan algunas reglas para poder vivir con nosotros en armonía. Pero, al igual que los niños, cuanto antes las aprendan mejor.  Tratar de cambiar los hábitos de un animal cuando ya es mayor no solo será más difícil, sino que lo estresará.

Imaginate que de pronto las reglas de tu mundo cambien y tuvieras que aprenderlas otra vez. Si tienes que educar a un perro mayor porque, por ejemplo, lo rescataste del abandono, tienes que hacerlo con mucha paciencia y amor. 

  • “Todo estará bien”
Si a nuestra mascota no le gusta bañarse y se pone nerviosa cuando lo llevas al baño, decir cosas como “No te preocupes” refuerza sus miedos porque recordará que solo lo dices cuando se acerca una experiencia desagradable. Lo mejor es tranquilizarlos con acciones y no palabras.

  • Una sola caja para todos
El primer paso siempre debe ser estar seguro de que tienes espacio en casa para varias mascotas, y luego darle un espacio individual a cada uno, en el caso de los gatos, con su propia caja de arena. Déjala en un lugar fijo y así tu mascota sabrá donde encontrarla siempre.

Si no hay más espacio, lo mejor será solo tener una mascota.

  • Castigarlo por comer comida que no guardaste
Tus mascotas, sobre todo los gatos, pueden ser maestros del sigilo y escabullirse para robarse ese delicioso trozo de carne que dejaste en la mesa, al descubierto. Antes de enfadarte con tu mascota por su fechoría, debes recordar que actúan por instinto y no con mala intención, y luego asegurarte de siempre guardar las comidas tentadoras.

  • Demasiada comida en su plato
Los animales comen incluso cuando no tienen hambre, y dejar mucha comida en su plato es la receta perfecta para que coman de más, lo que puede llevar a sobrepeso y problemas de salud. Déjale siempre la porción adecuada.

  • Adoptar espontáneamente
Piénsatelo muy bien y está preparado de antemano con todo lo que necesitas. Las adopciones caprichosas son una de las razones por las que hay tantos animales abandonados en las calles. Piensa en sus necesidades y tómalo con calma.

Con estos consejos, la vida de tu mascota mejorará considerablemente y la tuya también, al poder tener mejores experiencias con tu fiel amigo. Y tú, ¿cometes algunas de estas faltas? No debes sentirte mal si estabas desinformado, lo mejor que puedes hacer es reconocerlo y trabajar dura para mejorar. ¡Tu mascota te lo agradecerá!