Toda la infancia vimos en nuestras escuelas los mismosletreros: “No correr, No gritar, No empujar”. Después o al mismo tiempo, enescaleras y elevadores notamos las instrucciones en caso de sismo o incendio.Día tras día ignoramos olímpicamente esas instrucciones porque alegamos que lassabemos de memoria


sismo

El problema llega en las emergencias. El instinto de supervivencia se apodera de nosotros e incluso los que se jactan de siempre mantener la cabeza fría pueden dejar que el pánico se apodere de ellos.

La adrenalina inhibe muchas buenas decisiones que podríamos tomar y solamente pensamos en correr y salir con vida a como dé lugar. Irónicamente, pensar en correr no implica que lo hagamos. Los desastres pasados nos han obligado a recordar las medidas básicas de seguridad, el qué sí hacer y qué no hacer para salir libres de una situación de riesgo.   

Paralizarse

tsunami

Según la BBC, entre el 80 y 90 % de la gente que se enfrenta a un desastre actúa de manera incorrecta. Un oficial que tumbó a algunos de los terroristas durante el ataque en el puente de Londres recuerda que, mientras algunos eran apuñalados a sangre fría, la mayoría de los ilesos no corría, sino que estaba paralizada sin saber qué hacer.  

Es justo la adrenalina la que nos paraliza, como si pusiera freno de mano para analizar la situación. Lamentablemente muchas veces la gente no quita ese freno rápido y las tragedias suceden.   

No pensar y entregarse al pánico

pánico

Antes del sismo del 19 de septiembre de 2017, en México podías notar quién había vivido el sismo que ocurrió el mismo día pero 32 años antes. Siempre que había un temblor en la ciudad, algunas personas rompían en llanto inmediatamente y eran incapaces de moverse. El trauma del pasado obliga a revivir algunos de los peores momentos en la vida y tristemente, hoy la mayoría de la población tiene un nuevo trauma.  

 El cerebro es más lento para procesar nueva información, razón por la que muchas veces las emergencias no nos dejan actuar de forma lógica y coherente.   Pero hay que saberse preparados para actuar con templanza sin dejarse afectar por esas emociones del pasado: simplemente saber que puedes a veces es todo lo necesario para lograr el autocontrol.

Visión de túnel

elevador

Durante las emergencias, la gente busca una salida y una solución individual al problema, lo que resulta en que si todos pensaron lo mismo, el caos será mayor. Mucha gente cree que está siendo creativa, pues es el instinto el que nos mueve, pero en realidad caemos en las trampas de la naturaleza y en lugar de ser los lobos nos convertimos en el rebaño.   

La rutina

Además de la crisis humanitaria que vive México en este momento hay otra que tal vez no es tan conocida. La mala infraestructura de muchos edificios los ha hecho inhabitables, pero muchos patrones dicen que protección civil ha dado luz verde a que las labores se reanuden en ciertos lugares y aunque mucha gente ha mostrado inconformidad por esa decisión, su elección es ir y arriesgarse o quedarse sin trabajo.  

Esa decisión es parecida a la de gente que durante una emergencia regresa a cierto lugar por algo tan banal como su billetera o computadora y pierde la vida. Es la rutina y el pensamiento de que todo estará bien el que no deja que tomemos decisiones importantes que pueden salvar vidas.  

Se trata de grandes catástrofes que suceden en el mundo y ante las que debemos saber cómo actuar. Hay otras formas de prevenir accidentes o sobreponerlos, más enfocadas en problemas individuales y cotidianos como quemaduras leves, asfixia o alguien alejándose peligrosamente de la costa, pero esos serán tratados en otra nota.