Cada pequeño detalle de tu forma de ser es una pequeña muestra de la persona que eres en todo sentido. Por eso, algunos actos cotidianos pueden revelar con precisión la clase de persona que eres.

Por ejemplo, la manera en la que coges la taza todos los días cuando tomas un té o un café.

Tu forma de sujetar este elemento dice más de ti de lo que puedes imaginar. ¿No me crees? ¡Compruébalo por ti mismo!

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1. Sostienes la taza levantando el meñique

Si sostienes así la taza eres una persona muy confiada en ti misma, que siempre sabe lo que quiere y tiene alma de líder. A ti nunca nadie te dice lo que tienes que hacer, y no te dejas intimidar fácilmente.

¡Eres alguien realmente decidido! A veces, eso puede hacerte rozar la arrogancia. Sin embargo, la mayoría de las veces eres una persona agradable, divertida y simpática que se lleva bien con todos.

2. Sostienes la taza con ambas manos

Si sostienes la taza con ambas manos es porque eres una persona muy abierta, a la cual le encanta estar en compañía de otras personas y trabajar en equipo. Tú entiendes que trabajando en en grupo siempre se consiguen los mejores resultados.

Eso sí, a veces puedes ser un poco inseguro cuando tienes que tomar decisiones completamente solo. Te sientes más confiado con el respaldo de los demás.

3. Sujetas la taza por el asa, pero también la sostienes con la otra mano

Eres una persona extremadamente sensible. A ti todo lo que sucede a tu alrededor te afecta, eres de esas personas que sienten todo lo que les pasa a otros. Eso te convierte, a su vez, en alguien en quien todos confían, y a la persona ideal para recurrir en momentos de soledad.

Pero también te vuelve muy vulnerable, puesto que absorbes la energía de los demás y a veces te cuesta recuperarte. Necesitas empezar a alejar de tu vida a la gente que no te hace bien.

4. Sujetas la taza por la base

Eres una persona bastante cautelosa y reflexiva. Siempre piensas las cosa varias veces antes de decirlas y, si no te convence lo que vas a decir, prefieres quedarte callado. Además, eres alguien súper inteligente, a quien le encanta estudiar y siempre estar mejorando sus habilidades.

A veces te cuesta un poco animarte a tomar la iniciativa en momentos que así lo ameritan, pero es que necesitas estar muy seguro antes de actuar. Eso puede ser tu mayor virtud y también tu peor defecto.

5. Sujetas la taza con los dedos por la parte superior

Eres una persona despreocupada a la que le encanta pasar el tiempo de forma ociosa. No eres justamente la clase de persona que siempre está estresada. Al contrario, sabes vivir el momento y disfrutar de cada pequeño detalle que te da la vida.

Eres alguien simpático, divertido y relajado y por eso sueles caerle bien a todo el mundo, y no te cuesta para nada hacer amigos. A veces, los demás pueden creer que eres un poco irresponsable; pero en realidad, tú simplemente haces lo que tienes que hacer.

Nunca dejas nada a medias, pero tampoco te interesa ser el número 1. Simplemente actúas como se espera de ti y ya.

6. Sostienes el asa con la mano cerrada en puño

Eres una persona bastante calma y hasta un poco fría. Te tomas tu tiempo para tomar decisiones y en general no pierdes la compostura por ningún motivo. Hay quienes piensan que eres un poco insensible, pero en realidad lo que más te cuesta es exteriorizar tus sentimientos.

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No toleras las injusticias, y siempre estás intentando ayudar a los demás a conseguir todo lo que se proponen.