El uso indiscriminado de plástico para envasar muchísimos de los productos que consumimos y utilizamos cada día, y después desechamos, es uno de los más grandes problemas ambientales de nuestra época. De echo, todo el plástico que se ha fabricado en el mundo aun continúa en nuestro planeta, ya que no ha pasado tiempo suficiente para que pudiera degradarse.

Ese plástico, que tarda hasta 1000 años en descomponerse, termina muchas veces enroscándose en el cuerpo de animales marinos e impidiéndoles nadar, o es ingerido por animales que mueren por esa causa. Se calcula, además, que para 2050 en los océanos habrá más plástico que peces.

Solo podemos revertirlo tomando la iniciativa de cambiar nuestros hábitos de consumo y elegir productos no contaminantes en lugar de los envasados en plástico. Sin embargo, la realidad es que el mercado no ofrece aun demasiadas opciones.

Por eso, es necesario pensar en alternativas. Eso hizo Ari Jónsson, quien se decidió a buscar un material comercializable alternativo al PET y encontró que una posible solución podría ser el agar-agar, un alga gelatinosa con muchas propiedades similares a la del plástico, pero con el diferencial de ser completamente biodegradable.

botella biodegradable a base de algas

Utilizando ese alga, Jónsson logró diseñar lo que buscaba: una botella biodegradable a base de algas. La botella es muy fina pero el agua no se escapa, lo que permitiría envasar líquidos para comercializarlos, y que luego el material se degrade en pocos años, sin contaminar el medio ambiente. 

Mientras tenga agua en su interior, esta botella conserva su forma. Pero a medida que se vacía, comienza a descomponerse rápidamente. Su residuo apenas ocupa espacio (incluso el envase ocupa menos espacio que uno normal y es más liviano, agilizando el transporte de los productos), y en caso de terminar en los océanos no sería tóxico para los animales.

botella biodegradable a base de algas- no plástica

Este desarrollo aun es un prototipo y no fue comercializado, de hecho por el momento fue fabricada de manera artesanal y con materiales orgánicos y naturales sin ningún tipo de procesado ni tratamiento.

Sin embargo, pasara  su fabricación masiva no tendría por qué ser difícil, ya que el agar-agar no es un material nuevo ni con el que haya que experimentar desde cero. Es una sustancia muy utilizada en la industria, sobre todo en la alimentaria, como gelificante para la elaboración de muchos productos. También es muy frecuente su uso en laboratorio, como medio de cultivo microbiológico o en la preparación de geles en biología molecular.

botella biodegradable a base de algas- avance

Si se consigue la inversión y la aceptación del mercado para que esta botella comience a reemplazar al PET en la venta de bebidas envasadas, la contaminación podría comenzar a reducirse de forma muy significativa en poco tiempo. Uno de los mayores desafíos en el mercado es que las personas se adapten y acostumbren a un diseño que a simple vista puede parecer menos estético que una botella plástica. Por eso es muy importante la concientización sobre el tema.

Esta iniciativa se suma a otros materiales biodegradables pensados para reemplazar el plástico, como el bioplástico creado con cáscaras de banana, o las bandejas biodegradables alternativas al polipropileno.

Conociendo y apoyando estas iniciativas y eligiendo esos productos cuando se presente la oportunidad, podremos hacer nuestro aporte para cambiar el mundo.