Rituales del mundo para empezar el Año Nuevo con buena energía

Como dice el refrán: “Cada persona es un mundo”. Parece ser que cada país también lo es, ya que las costumbres para recibir el año nuevo son muy diferentes en las distintas partes del planeta. Esta es nuestra selección de rituales para empezar el año con buen pie y buena energía:

Italia: comer lentejas

Será el país de las pastas, pero el año nuevo en Italia se festeja comiendo lentejas. ¿Por qué? Pues porque representan la riqueza. Cuentan que los romanos iniciaron este rito durante el imperio antiguo, ya que confiaban en que al comer legumbres, atraerían monedas de oro y dinero.

Japón: 108 campanadas, fideos largos y un hermoso amanecer

Este país místico por excelencia tiene la costumbre de hacer sonar las campanas de los templos budistas durante la última noche de cada año. Esto lo hacen 108 veces, una por cada pecado de los seres humanos.

También acostumbran comer unos fideos largos que se llaman Toshikoshi-soba y simbolizan la larga fortuna que esperan. Además, adoran recibir el año nuevo contemplando el primer amanecer. Mucho mejor si se hace desde la playa, las montañas o algún bosque.

España: lencería roja y uvas

Los españoles no se quedan atrás en cuanto a rituales: cada año nuevo comen 12 uvas, durante el mes 12 y a las 12 de la noche. Todo un símbolo de prosperidad.

Además, confían en la lencería roja para celebrar el nuevo año y atraer el amor.

Filipinas: frutas redondas y ropa con lunares

Los elementos redondos y los lunares representan la buena suerte en este país del Sudeste Asiático. En Filipinas no sólo se sirve y come fruta redonda para año nuevo, también se suele vestir ropa con lunares y la gente se regala monedas. Sin dudas debe ser muy divertido pasar unas fiestas allí.

Rusia: El Abuelo de Hielo y bañarse con agua helada en la naturaleza

En Rusia el Abuelo de Hielo es el personaje que les entrega los regalos a los niños. Una especie de Papá Noél para los Moscovitas. Allí el 31 de diciembre equivale a la mañana del 25 para el resto del mundo y es cuando los niños deben bailar alrededor del arbol de navidad mientras esperan que sus hogares se llenen de regalos, matrioskas y dulces.

Otra costumbre arraigada en Rusia es recibir al año nuevo bañándose en agua helada en algún río o lago cercano. Pese a las heladas temperaturas del mes de enero, los rusos lo celebran como un ritual de renacimiento que atrae buena salud para el año que comienza. ¡Qué frio!.

Ciudad del Cabo: carnaval

En Sudáfrica celebran cada 2 de enero el Tweede Nuwe-Jaar o Segundo Año Nuevo con un carnaval muy alegre repleto de colores, comidas típicas, música tradicional y bailes. Una de las opciones más divertidas para empezar el año bailando al ritmo de los tambores de percusión.

Grecia: colgar una cebolla y romper una fruta

Los griegos le otorgan un simbolismo muy especial a la comida, ya que durante las fiestas de diciembre tienen por costumbre colgar una cebolla en la puerta de entrada, que representa el renacimiento cada año nuevo.

Otra costumbre arraigada en algunas religiones griegas es romper el fruto de una granada, un alimento que simboliza la prosperidad en esta región del mediterráneo.

Conoce algunos adornos que traen buena suerte y prosperidad en las fiestas.

Dinamarca: ¡A romper platos se ha dicho!

Los dinamarqueses festejan el año nuevo de un modo bastante peculiar: luego de la cena de fin de año, rompen la vajilla que usaron. Aunque esta costumbre pareciera ser algo más bien del pasado, algunas familias lo siguen haciendo.

Celebran el nuevo año que comienza arrojando los platos contra las puertas de sus amigos y familiares, con la intención de ahuyentar a los malos espíritus y traer buena suerte a los habitantes del hogar. Será algo particular, pero lo bueno es que ¡nadie se enoja!.

Colombia: pasear las valijas por la calle

Es una costumbre habitual en algunas regiones de Latinoamérica. Se trata, ni más ni menos, que de sacar a pasear las valijas o maletas por la calle luego de las 12 del día 31 de diciembre, con la intención de atraer viajes durante el año que comienza. Un ritual simpático que augura viajes y prosperidad.