Cada pareja es un mundo”, dicen, y sin duda hay mucha verdad en esa frase. Sin embargo, cuando hablamos de problemas de pareja, hay tres que son tan comunes que asombra.

Es que aunque son problemas graves y que pueden incluso terminar con la relación, suelen tomarse por naturales. Eso hace que permanezcan y se agranden, al punto de generar conflictos profundos en la pareja.

Es probable que alguna vez hayas tenido alguno de ellos. Si has logrado resolverlos.. ¡Felicitaciones!

Pero si alguno de estos problemas de pareja sigue fastidiando tu relación, aquí te damos algunos tips para resolverlos.

1. Frustración en cuanto al sexo

Tener frustración alrededor del sexo es uno de los problemas de pareja más frecuentes y, al mismo tiempo, más tabú. Es que se cree que el sexo debe fluir naturalmente todo el tiempo, cuando en realidad los problemas de comunicación lo arruinan considerablemente.

Las parejas no siempre tienen las mismas necesidades, ni les gusta tener sexo en los mismos horarios, ni tienen las mismas expectativas.

Por eso, muchas veces una de las partes de la pareja se siente como no deseada, cuando quizá el problema pasa por otro lado: por ejemplo, en saber a qué hora la otra persona está más excitada.

Resolver este problema requiere, entonces, sólo de dos cosas: asumirlo como importante, y hablarlo. Logrando eso, la mayoría de las veces el problema se resuelve.

2. Problemas con la familia política

No importa cuán libre sea una relación; a medida que se pone seria, implica necesariamente un contacto con la familia del otro. Dicen que la familia no se elige, y mucho menos se elige la familia política. Y la relación con suegros y cuñados puede no siempre ser la mejor.

Esto es muy normal. Padres entrometidos, hermanos demandantes, problemas familiares irresueltos que se cargan. Todos tenemos nuestras propias circunstancias familiares, y eso muchas veces es motivo de discusión en la pareja.

Lo importante en este caso también es en primer lugar, hablar del tema en la pareja. Que cada uno sepa qué cosas de su familia molestan a la otra persona.

Y luego, poner sanos límites. Para un lado y para otro. Quizá a una madre demasiado entrometida hay que marcarle cuándo se pasa de la raya, pero tu pareja también debe comprender que es alguien importante para ti y que no vas a apartarla de tu vida.

Encontrar esos límites es más fácil de lo que parece una vez que están bien planteados. Después de todo, el amor es lo que une a todos.

3. Interferencia tecnológica

Hoy en día la tecnología es parte de nuestra vida, y los celulares nos abren la puerta al mundo. Pero muchas veces esa herramienta se convierte en un arma anti pareja.

¿Cuántas veces estás tú con tu pareja, sentados en la misma mesa, sin siquiera dirigirse la palabra por estar mirando el teléfono? ¿Qué miras más: los ojos de tu pareja o la pantalla de tu smartphone?

Esa incomunicación puede llevarlos a un fuerte distanciamiento, pero es algo tan aceptado socialmente que casi no es posible verlo. Pero numerosos estudios han demostrado que cuanto mayor es la incidencia de la teconología en la pareja, peores son sus relaciones.

¿Hay solución? Sí, claro. Es tan sencillo como ponerle límites al uso de la tecnología. Buena idea es apagar los teléfonos una o dos horas antes de ir a dormir (lo que también ayuda a conciliar el sueño y dormir más profundamente) o evitar el uso de smartphones a la hora de comer.

Como ves, si creías que estabas mal de la cabeza por estar sufriendo por esto, en realidad no tienes que preocuparte.

Pero sí es importante que empieces a buscarle solución a estos problemas de pareja hoy mismo.

Fuentes:

Psychology Today