Vivir solo puede ser genial. Puedes organizar las cosas según tus preferencias, puedes salir y volver a cualquier hora sin rendirle cuentas a nadie. Realmente tienes un nivel de libertad muy alto y puedes dirigir tu vida a tu manera sin sentirte atado a nadie más.

Es el sueño de todo adolescente que ya no aguanta vivir con sus padres, pero una vez que te encuentras realmente viviendo solo, notarás que implica algunas cosas para las que puede que no estuvieras preparado, al menos en principio.

Estas son 10 lecciones duras que aprenderás rápidamente apenas te mudes a vivir solo por primera vez.

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La ropa no se lava sola

Puede parecer obvio, pero pronto te darás cuenta de que los deberes de lavado, doblado y planchado no se van a cumplir por sí solos.

Si ya estabas acostumbrado a los deberes de la ropa puede que no haya un cambio considerable, pero algunos pasan de no tener ninguna responsabilidad a tenerlas todas, y les toma tiempo hacer el ajuste.

Siempre hay algo que limpiar

Muebles, piso, baño, tazas, platos y cubiertos parecen estar en constante competición para decidir cuál se ensucia más rápido, y todos estos deberes caen sobre tus hombros.

Las compras no se hacen solas

Qué bueno era despertarte tarde para descubrir que tus padres ya habían hecho todas las compras, ¿verdad? Bueno, eso nunca más va a suceder y aprenderás que mantener el refrigerador equipado es uno de los desafíos del mes.

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El uso de los electrodomésticos

Algunos electrodomésticos son mucho menos intuitivos de lo que aparentan en un principio y te harán pasar más de un mal rato tratando de acostumbrarte a ellos.

Las cuentas no dejarán de llover

Vivir es caro. Agua, electricidad, gas, servicio de internet, entretenimiento, todo cuesta dinero, y la factura llegará sin falta cada mes.

No hay espacio para nada

A medida que adquieras más y más artículos notarás que simplemente no hay espacio para nada más, y probablemente vivirás frustrado por las cajas que no paran de aparecer en tu pasillo sin importar cuántas veces las muevas y reorganices.

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No hay lugar como el hogar

La vida puede ser muy ajetreada y es ahora que entenderás el verdadero significado de este dicho. Los adolescentes harán lo que sea para salir de casa, pero muchos adultos encuentran que uno de los mayores placeres de la vida es simplemente quedarse en casa a recargar las baterías.

A pesar de las frustraciones, aprendemos que vivir solo puede ser muy gratificante y que todos los puntos anteriores realmente valen la pena como lecciones de vida que te enriquecerán y te harán una persona más completa y preparada para adaptarse a los cambios inevitables que nos deparan los años.

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24 Horas