La coprofagia es la acción de ingerir heces y aunque suene como la cosa más repulsiva de todos los tiempo (y probablemente lo es), es un acto común en los perros, tal vez mucho más de lo que sus amos quisieran.

Pero, ¿por qué sucede esto? Si bien no existe una respuesta definitiva, un estudio científico liderado por el Dr. Benjamin Hart y presentado ante la Sociedad Veterinaria Estadounidense del Comportamiento Animal indica que la acción de comer heces es un reflejo instintivo del comportamiento de los antepasados de los perros, mucho antes de la domesticación humana.

Se cree que la razón por la que los antepasados comían heces era mantener limpia la zona donde la manada descansaba, y proteger a los miembros del contacto con los desechos. Otra hipótesis apunta que los antepasados de los perros comían heces cuando estaban desesperados por comer algo y no había comida propiamente dicha a su alrededor.

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Ahora, ¿las heces causan daño en el organismo de los perros? Si bien sus efectos parecen ser menores en los perros que en humanos, cuando un perro ingiere heces, su salud se ve considerablemente perjudicada, ya que su organismo no está preparado para combatir los gérmenes y bacterias que se encuentran en la materia fecal.

Que tu perro coma heces no es un hecho que solo lo afecta a él, tú y tus familiares también se ven afectados por esta práctica ya que el contacto con tu mascota es probablemente diario. Pero, ¿cómo mantener a un perro lejos de las heces?

El primer paso es averiguar a qué se debe esta práctica: puede que sea causada por razones metabólicas, desordenes en los órganos digestivos, hambre o estrés. Debes llevarlo con un veterinario para llegar al fondo del asunto lo más pronto posible.

Adicionalmente, existen formas de evitar el consumo de heces, que se reducen a evitar que tu perro tenga la posibilidad de ingerirlas. Puedes mantener la casa limpia, no dejar que se acerque a las heces de otros perros, regañarlo si se le encuentra comiéndolas (o a punto de hacerlo), y lo más importante, mantener una buena dieta y nutrición.

Si el perro ha estado comiendo heces durante mucho tiempo, y ya se encuentra en mal estado, existen curas integrales que pueden contrarrestar el proceso de reproducción de los parásitos.

Puede que para tu perro esto no sea un problema, pues se estima que 5 de cada 6 perros no tienen la costumbre de comer heces frecuentemente, pero otros perros pueden estar acostumbrados y esto causará problemas a largo plazo. Mantente alerta y toma las medidas necesarias.

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Fuentes:

Fabiosa

American Kennel Club