¿Alguna vez has notado que los perros son particularmente protectores con los más pequeños de la casa? Ya hemos escuchado miles de veces que los canes son el mejor amigo del hombre, y esto a veces resulta doblemente cierto para los niños.

Pero, ¿por qué los perros sentirían el deseo de proteger a los bebés por encima de todo? A pesar de llevar siglos como animales domésticos, los canes son, a fin de cuentas, animales que actúan por instinto. A pesar de la domesticación, en el fondo conservan el comportamiento propio de su especie.

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perro acompañando a un niño bebé

De esta manera, los perros suelen considerar a la familia humana que los acogió como el equivalente a su manada salvaje. La manada ofrece seguridad, amor y comida a cambio del sacrificio individual, es decir, la entrega por parte de los miembros de la manada asegura que el orden natural se mantenga.

Visto así, los perros reconocen a los bebés y niños pequeños como los miembros más vulnerables de la manada, los más necesitados de protección y seguridad. Esto puede hacer que se vuelvan celosos en su presencia.

Pueden actuar de manera hostil frente a personas o animales desconocidos, porque actúan de forma instintiva y reaccionan agresivamente frente a todo lo que no conocen. También pueden dormir al pie de la cuna o en la puerta de su cuarto, siempre vigilantes.

Esta actitud defensiva puede ser más severa en razas de perro que son adiestradas para proteger el hogar, como los pastores alemanes, los rottweiler y los dóberman.

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perro con un niño

El principio detrás de esta manera de actuar por parte de los perros es que los agentes externos y desconocidos atentan contra la seguridad de su manada, y ellos, por su naturaleza leal, deben defenderla.

  • ¿Cómo reforzar el vínculo?

Para asegurarse de que el vínculo entre el perro y el bebé se mantenga saludable para ambos, es importante mantener una convivencia adecuada por medio de los límites necesarios.

Es importante premiar al perro por comportarse de manera adecuada frente al bebé. No es necesario dar premios materiales o comida. Basta con decir "muy bien" con una voz positiva o una caricia cuando se halla alrededor del pequeño. Esto solo puede darle a entender que el bebé es algo bueno y que es importante que se lleven bien.

Nunca debemos regañar al perro frente al bebé cuando hace algo inadecuado, porque esto puede enseñarle que el bebé no es un miembro positivo de la manada, y puede empezar a rechazarlo.

A medida que el pequeño crece, es posible que quiera tirar de las orejas o la cola del perro. Estos incidentes deben evitarse para que el perro establezca una relación sana con el niño.

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Ahora que conoces la explicación detrás de la actitud protectora de los perros con los más pequeños de la casa, es importante que siempre estés muy atento a sus interacciones para premiar las relaciones positivas y no incentivar las negativas.

¿Tienes perros y bebés en tu hogar? ¿Cómo se relacionan? Cuéntanos tus experiencias y comparte la información con tus amigos.

Fuente:

Experto Animal