• El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra. Se conmemora desde 1970 y fue proclamado oficialmente por la Organización de Naciones Unidas en 2009.
  • Un momento clave para reflexionar sobre el cambio necesario hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.
  • Está en juego nuestro hogar. El planeta nos pide a gritos unas condiciones adecuadas para poder resistir al cambio climático y la sobreexplotación de recursos.
  • Cada vez somos más conscientes de que con pequeños gestos individuales se consiguen grandes cambios globales.
Consumo responsable y vida slow

Día de la Tierra: los cambios comienzan en tu hogar

Sabemos que la Tierra ha sobrevivido a catástrofes y que la biodiversidad ha logrado recuperarse. Sin embargo, no podemos negar que, aunque poco a poco vamos consiguiendo una sociedad más verde, el modelo de consumo sigue siendo insostenible.

Cada año el calor extremo provoca más incendios forestales, las inundaciones y huracanes continúan afectando a millones de personas y nuestros océanos se siguen llenando de plástico. ¿Qué tren estamos perdiendo? El que nos permite limitar el calentamiento global a 1,5°C. Los científicos confirman que para lograrlo las emisiones deben caer a 25 gigatoneladas para 2030.

Esto puede sonar utópico, pero no lo es. La fórmula para lograrlo se centra en políticas climáticas efectivas, concienciación, educación y, lo más difícil, un cambio de modelo productivo y de consumo.

Las realidades lejanas y sus soluciones aparentemente inalcanzables nublan la vista de la sociedad. El mantra sostenible que debe prevalecer es sencillo: piensa global, actúa local. Deja de gastar la mitad de tu sueldo en cosas que no necesitas, prioriza la calidad a la cantidad, evita entrar en tiendas de fast fashion, apoya pequeños comercios de tu barrio. Te hará muy feliz saber que estás contribuyendo al cambio con simples gestos del día a día.

Lee, escucha las recomendaciones de tus amigos/as, Inspírate en proyectos que apuesten por este modelo de consumo sostenible, como es el caso de Verdonce, la marca madrileña de piezas para el hogar formada por Mónica y Oliver, quienes han diseñado una línea de productos para conseguir un estilo de vida consciente y saludable sin complicaciones. No emplean plásticos, apuestan por telas veganas naturales como yute, algodón reciclado y cáñamo de proveedores locales de confianza.

Son el claro ejemplo de proyecto que promueve y concientiza para el cambio. Comenzaron en 2018 vendiendo bolsas de algodón reciclado y yute para hacer la compra a granel y tras el éxito, decidieron continuar diseñando productos para llevar la sostenibilidad a diferentes estancias de la casa, como la cocina, con cestos y manteles individuales de algodón reciclado, o el baño, con sus discos faciales reutilizables de algodón orgánico o su esponja natural de yute, entre otros. También se lanzaron a diseñar bolsas slow living para el día a día, convirtiéndose en uno de sus su top ventas mensuales.