Es lo que se conoce como la Escala de la Consciencia, un gráfico que, según el científico, va de 1 a 1000, donde ese es el nivel de vibración interna y de evolución de consciencia que un humano puede conquistar.

En esta escala el autor menciona el concepto de Dios en uno de sus pilares: puedes reemplazarlo por el que funcione para ti, por ejemplo, visión o perspectiva expandida, superior o trascendental.

En el nivel inferior (de 175 para abajo), el experto habla de un polo dominado por la fuerza. Podemos entenderlo como el deseo de dominación, de poseer, controlar, con expresiones limitantes como la vergüenza, venganza, exigencia, orgullo, desprecio, culpa, remordimiento.

En el nivel superior (de 200 hacia arriba), menciona el poder, entendiéndolo como el potencial hacedor, constructor, de desafío, logro y expresiones positivas. La satisfacción, sabiduría, neutralidad, confianza, revelación y trascendencia forman parte de este espacio de vibración.

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Esta herramienta permite entender, a partir de ciertos patrones y comportamientos, por qué y para qué actuamos de la forma en que lo hacemos, pudiendo vibrar más alto, lo que conlleva contribuciones más positivas no solo para la forma en que queremos lograr las cosas y sentirnos bien interiormente, sino para el entorno, ya que la energía se transmite y se contagia.

El doctor Hawkins utilizaba una prueba muscular, donde se puede medir sencillamente de qué forma se influencia mediante palabras las emociones de una persona, y consecuentemente, su fuerza o resistencia aumenta o disminuye.

Lo que la Escala de la Consciencia aporta es que una emoción es una forma de vibrar, al igual que lo hace cualquier cuerpo o materia.

Las de baja frecuencia, como la culpa, la tristeza y la humillación producen determinadas reacciones emocionales no contributivas para el individuo y su entorno, mientras que sentimientos como el amor, la felicidad y la tranquilidad son más elevados y apuntan a un nivel de iluminación, entendido como el máximo estadío de conexión que cada persona puede aspirar, según Hawkins.

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En su estudio, el promedio vibracional de una persona está alrededor de 207. El autor explica que durante la vida aparecen condicionamientos negativos, bloqueos y condicionamientos que impiden llegar a vibrar más alto. Por ejemplo, si estuvieras en el nivel 500, el nivel del amor, la manifestación interna y externa de lo que vives es completamente diferente y positiva.

El efecto halo en el entorno

Otro aspecto interesante es que la energía de cada persona afecta a todos los que le rodean, en el mejor nivel de vibración que ese ser puede hacerlo en ese momento: es decir, se contagia. Siguiendo con el ejemplo, si operas al nivel 500 podrás elevar exponencialmente a centenares de miles de personas a niveles por encima de 200, es decir, te conviertes en un agente de cambio positivo para ellos sólo con la fuerza que emana tu energía.

Para Hawkins, el 85% de la población del planeta vive por debajo del nivel de coraje o valor. Esta informaciones relevante para determinar en qué plano estás en tu realidad.

Su aplicación en el de liderazgo

Si aplicamos la Escala de la Consciencia al liderazgo de personas y equipos, observamos que cuando no se logran los resultados o aparecen conflictos permanentes, puede ser que ese grupo esté vibrando mayoritariamente por debajo de 200, donde aparecen la culpa, odio, ira y otros comportamientos no contributivos.

El rol del líder, tanto para si como para los demás, es llevar al equipo por encima del nivel de 200, a partir del entendimiento, la cooperación, la solidaridad y la conjunción tras un propósito en común.

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Cómo aplicar el mapa de la Consciencia en tu vida

1. Autodiagnóstico: tomando la experiencia del presente, el hoy en tu vida, puedes observar el mapa y detectar los niveles en que te encuentras.

2. Áreas de tu vida: en este caso, podrás observar las distintas áreas (pareja, dinero, trabajo, ocio, salud, etcétera) y hacer un recorrido para ver en qué frecuencia vibratoria se encuentra cada una y qué emociones están asociadas a ellas.

3. Mantener presente el nivel 200 hacia arriba: un ejercicio práctico es visualizar con tu mente creativa los planos del 200 hacia arriba, para crear internamente esas emociones que te conecten mejor y más rápidamente con ese tipo de frecuencia positiva.

4. Cambiar evaluar a los demás por influir en ellos: tu sola presencia en una frecuencia por encima de 200 en un grupo con polaridad por debajo de eso se convertirá de alguna forma en un faro que ilumine a los demás. Cada persona atraviesa sus procesos, a respetar, ya que todos vamos a distinto ritmo.

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5. Eleva tu nivel de vibración conscientemente: prácticas como el yoga, tai chi, meditación, contemplación, naturaleza, mindfulness, gestión de pensamientos positivos, al igual que los momentos de distensión, risa, baile, abrazos y afectos, hacer el amor, diversión, lecturas nutritivas y ocio son altamente recomendables para elevar tu nivel vibratorio por encima de 200.

Estos hábitos, sostenidos en el tiempo, traerán un saludable equilibrio vital.