A esta altura del año, muchos tenemos la sensación de que el tiempo se acelera. Es momento de entregas, de pensar resultados, de cerrar ciclos. De cierto modo, el fin del año nos genera ansiedad, y puede que te notes más nervioso a ti y a los demás a tu alrededor.

Por eso, si sientes que necesitas un respiro pero no puedes irte de viaje, ya sea porque no tienes dinero o simplemente porque no puedes por ese mismo ritmo acelerado en el que te encuentras, usa el pensamiento lateral y búscate vías de escape que no sean, por el momento, tomarte un avión al Caribe.

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1. Camina por lugares que no conoces de a ciudad

No subestimes la capacidad que tiene el movimiento para hacerte cambiar la energía. Si estás muy agitado/a, estresado/a o nervioso/a, sal a dar una vuelta. Una caminata de solo media hora puede significar un gran respiro, más aún si puedes hacerla por un parque. Aclara la mente, relaja el cuerpo y te devuelve energía positiva.

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2. Vacaciones del celular

Puede parecerte algo insignificante, pero presta atención a la cantidad de tiempo que pasas con el celular en la mano y te darás cuenta que no lo es en absoluto.

En el celular tenemos todo: el trabajo, las amistades, la familia, etc, etc. Algunas de esas conversaciones nos traen alegría, pero otras nos estresan aún más. Y lo peor es que es muy difícil poder controlarlas: los mensajes llegan y llegan, y hay algunas personas que no puedes "bloquear" así como así.

Por eso, prueba algo más simple (pero efectivo). Apaga el celular por una o dos horas en el día. No recibas ni estés atento a nada ni nadie más que a lo que tú elijas. Pasa ese tiempo con tu pareja, con tu familia, o simplemente tómatelo para descansar, o hacer solo/a lo que más te guste.

3. Ármate un spa casero

Si quieres hacer algo aún mejor para relajarte, dentro de ese tiempo que apagues el celular, prepárate un spa en tu casa, para ti solo o con alguien más.

Ponte música tranquila, aromatiza el ambiente, date un baño con alguna sal relajante, e intenta que ningún pensamiento te nuble. Puedes probar también realizar algún ejercicio de respiración y/o meditación que te ayude.

4. Haz algo que nunca hiciste

Si sientes que estás muy acelerado/a y no puedes frenar, prueba algo diferente; de esa manera también puedes sentir que te das un respiro.

Puede ser ir a conocer un lugar al que nunca fuiste, ir a un cine que no visitaste, ir a bailar un ritmo de música que nunca probaste, ¡o lo que se te ocurra! La diversión es una buena forma de cortar con la rutina.

5. Pasa todo un día en un parque

Si no tienes dinero o no puedes viajar, puedes organizarte para pasar un día que tengas libre en otro lado. Mejor aún si ese lugar es un parque así estarás en contacto con la naturaleza, que es una de las mejores maneras de descargar energía y darte un respiro. Llévate algo para comer, un libro, música para escuchar, etc. Y simplemente, quédate ahí, sin la necesidad de "hacer" algo determinado.

¿Qué otras ideas se te ocurren?