Aunque ahora nos resulta muy normal, hace no muchos años atrás el celular no tenía el lugar que tiene hoy en las salidas, los encuentros con amigos, los tiempos a solas, etc, etc. A cada paso que damos o sitio que vamos hay personas fotografiándolo todo, incluso a sí mismas.

Esto último también es algo que hace tiempo atrás no existía. Pensemos que en las épocas antiguas, tener un retrato personal era todo un diferencial de clase.

Hoy, no solo es una manera más de lenguaje, sino que se ha vuelto una adicción.

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Según un estudio publicado en la International Journal of Mental Health and Addiction por los investigadores Janarthanan Balakrishnan y Mark Griffiths, cuando sacarse "selfies" se repite de forma constante y compulsiva se transforma en:

"Selfitis" que es el "deseo obsesivo compulsivo de tomarse fotos y publicarlas en las redes sociales como una manera de compensar la falta de autoestima y llenar un vacío en la intimidad".

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Esto incluye casos que van desde quienes se sacan varias selfies al día pero que luego no las publican hasta los que necesitan subir selfies a las redes sociales entre 3 y 6 veces diarias.

El trastorno puede ser peligroso si quienes lo padecen presentan síntomas similares a otros comportamientos potencialmente adictivos.

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Fuentes:

Clarín