Que darse baños de mar es bueno para la salud, ya lo sabemos. Así como también sabemos que los baños termales benefician el organismo y son especialmente recomendados para el alivio de determinadas patologías reumatológicas. Pero que beber el agua del mar puede mejorar nuestra salud, facilitando inclusive la pérdida de peso, es una novedad absoluta, a pesar de que el estudio de las propiedades curativas del agua de los océanos ya había quitado el sueño a decenas de científicos desde tiempos inmemoriales.

Quienes profundizaron en el tema fueron las doctoras María Alejandra Rodríguez Zía y María Teresa Ilari Valentí y el licenciado Mariano Arnal Arnal, autores del libro “El agua de mar”, de Fundación Aquamaris. Aquí, los especialistas explican por qué el agua del mar es uno de los líquidos más completos del planeta, cómo se debe beber para lograr los efectos curativos y, por último, todas las afecciones que pueden ser tratadas con esta bebida.

La diferencia con la sal de mesa

“El agua de los océanos está compuesta en un 96,5% de agua (H2O) y un 3,5% de minerales que, evaporado el 96,5% de H2O, devienen sales”, explica la Dra. María Teresa Ilari Valentí, Especialista en Medicina Interna y Directora de la Clínica Santo Domingo en Managua, que ha usado el agua de mar con fines terapéuticos.

Contiene además, cloro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bromo, estroncio, flúor hierro, manganeso, cobre, sílice, yodo y fósforo, entre otros minerales.

“El término ‘sal común’ se aplica a la sal obtenida de las minas en la tierra y a la sal obtenida por desecación en las costas”, dice la médica. Y agrega: “Es necesario aclarar que esta sal, lavada, refinada y aditivada, no tiene nada que ver con el agua de mar cuyo sabor se debe a la combinación de todos los elementos antes mencionados, entre los que predomina por su sabor salado el ion sodio (Na), que en los océanos se encuentra disociado del cloro; son moléculas separadas”.

Para qué se usa el agua de mar

- Dolor articular, artritis, artrosis, mialgias y fibromialgia, osteoporosis: para las afecciones articulares, tipo reumatismo, se han recomendado tradicionalmente en Europa las aguas termales mineromedicinales, tanto en baños como en ingesta. El agua de mar, cuya composición mineral es la suma de todas las demás aguas mineromedicinales, ha demostrado una eficacia superior en el tratamiento de estas patologías.

- Diabetes, obesidad: del mismo modo que la sed no la determina únicamente la falta de agua, sino también la falta de minerales, así también en los mecanismos que regulan el nivel de saciedad, el equilibrio de minerales de la ingesta es determinante. Por eso, uno de los mecanismos más sencillos para controlar la ansiedad alimentaria es aportar suficiente cantidad de minerales mediante la adición de agua de mar.

agua mar

“Todo apunta, y cada vez con más determinación, a que la ingesta de agua de mar en las formas que mejor acepta y agradece nuestro paladar, puede ser una de las más potentes herramientas que nos ayuden a luchar contra la obesidad y contra la hipertensión y la diabetes que la acompañan”, afirma la Dra María Alejandra Rodríguez Zía en el libro de Fundación Aquamaris.

- Depurativo y regulador del sistema digestivo (desintoxicante, purgante, laxante): el agua de mar permite la limpieza del organismo por un mecanismo de arrastre de desechos, por una respuesta de efecto laxante que se manifiesta a través de una diarrea, siendo ésta la primera expresión de depuración. He ahí un remedio excelente para el estreñimiento: ingerir agua de mar en un espacio de tiempo limitado. En este caso la cantidad es importante; pero siempre con prudencia (máximo medio litro de hipertónica, si no se logra evacuar).

- Asma bronquial, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), neumonía: obviamente, lo más indicado para estas afecciones es ir a la orilla del mar a respirar el agua nebulizada por las olas (la brisa marina). Pero al no ser siempre posible para todo el mundo recurrir a este remedio, la tecnología nos ha ayudado por medio de la creación de nebulizadores artificiales, en los que se puede incluir agua de mar.

- Afecciones renales (oliguria o micción escasa, cálculos renales, infecciones de vías urinarias): la ingesta de agua de mar junto con abundantes líquidos, ayuda a la expulsión de cálculos y a la remisión de otras afecciones renales. Debe haber un control adecuado de ingeridos y eliminados en el caso de oliguria por insuficiencia renal.

- Aftas bucales y caries dental: en la especialidad odontológica, el agua de mar es un auxiliar tan efectivo como las mejores pastas dentales.

Cómo beber el agua de mar

El aprendizaje para beber agua de mar debe hacerse poco a poco. Las formas de prepararla y beberla dependerán del fin terapéutico o nutricional que se persiga. La administración de agua de mar por vía oral puede tener dos formatos:

- Agua de mar isotónica: es el agua de mar que tiene igual salinidad que nuestro cuerpo. Se prepara con tres partes de agua potable y una de agua de mar en un litro. Puede utilizarse como agua de beber, o añadida a los jugos naturales y a las infusiones.

- Agua de mar hipertónica: Se llama hipertónica al agua que tiene un nivel o “tono” de salinidad superior al nuestro. El agua de mar hipertónica corresponde al agua de mar pura, sin diluir. Se utiliza como regulador del tránsito intestinal, purgante y digestivo. Antes de las comidas, se la toma para reducir el hambre y la ansiedad. También se la puede emplear como dentífrico o como enjuagues en la cavidad bucal y para tratamientos tópicos en forma de baño o apósitos. En la cocina, sirve para salar los alimentos.

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