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El drenaje linfático es una técnica de masoterapia que consiste en aplicar distintos tipos de masajes para activar el funcionamiento del sistema linfático. Realizado correctamente, permite mejorar la eliminación de líquido intersticial y de las moléculas de gran tamaño y facilitar su evacuación.
Como ves, realizar un drenaje linfático tiene muchos beneficios para la salud. En primer lugar, hay que tener en cuenta que el sistema linfático tiene que ver con las defensas del cuerpo, con lo cual estas pueden mejorar notablemente con estos masajes.
Pero también reduce inflamaciones, ayuda a eliminar el exceso de líquidos y sustancias de desecho del organismo, tiene un efecto analgésico, y reduce el estrés y la ansiedad.
Como si todo esto fuera poco, el drenaje linfático también puede combatir problemas de piel, como la celulitis o el acné, y acabar con las várices.
A continuación te contaremos cómo hacerlo paso a paso en casa.
Primero lo primero: aceite para masajes
Antes de enseñarte cómo hacer un drenaje linfático, es muy importante que puedas preparar un aceite especial. Es que esta técnica de masoterapia consiste en realizar masajes suaves e indoloros, que tengan un efecto relajante.
Para potenciar ese efecto placentero, nada mejor que un aceite que ayude a hacer más suaves los movimientos y que tenga un aroma delicioso. Puedes prepararlo en casa de forma súper sencilla si tienes los ingredientes necesarios.
Por cada 50 grs. de este aceite necesitas:
- 50 gramos de aceite de coco
- 5 gotas de aceite esencial de limón
- 3 gotas de aceite esencial de romero
- 8 gotas de aceite esencial de pomelo
- 4 gotas de aceite esencial de milenrama
Lo único que necesitas es un poco de anticipación, puesto que lo primero que debes hacer es mezclar todos los aceites esenciales en un frasco y dejar reposar la preparación un par de días. Esto es para que se mezclen bien y se potencien sus efectos.
Cuando haya pasado ese tiempo, añade el aceite de coco, agítalo y deja reposar algunas horas. ¡Y ya está listo para usarse!
Opcional: si no tienes aceite de coco, puedes usar una mezcla de aceite de sésamo y linaza.
Drenaje linfático paso a paso
Ahora que ya tienes todo lo necesario, podrás hacer el drenaje linfático sin problemas. Recuerda que la clave es hacer masajes suaves, y nunca usar la fuerza.
- Paso 1: masaje en el cuello
Lo primero que tienes que hacer es un masaje en el cuello. Para ello, ubica las manos debajo de las orejas, una a cada lado del cuello.
Despacio, comienza a realizar pequeños círculos en sentido de las agujas del reloj. En total deberás hacer tres círculos por 15 repeticiones.
El cuello es el primer punto del masaje porque allí se encuentran los ganglios, fundamentales para el sistema linfático.
- Paso 2: clavículas
En segunda instancia, deberás colocar las manos sobre las clavículas, justo entre el cuello y los hombros. La idea es que queden en el hueco que se forma en esa zona. Una vez que tengas las manos bien ubicadas, presiona suavemente.
A continuación, estira los dedos hacia las orejas. De seguro notarás que empiezas a relajarte. Repite este paso 15 veces.
- Paso 3: axilas
Las axilas también son una zona cargada de ganglios linfáticos, por eso es importante no perderlas de vista. En primer lugar, coloca la mano derecha en la axila izquierda y presiona de forma suave y lenta hacia dentro, para arriba. Recuerda ser muy suave, la idea es relajarse.
Haz tres presiones y descansa. Repite las tres presiones 15 veces con esa axila y cambia de lado, para hacer el mismo ciclo de 3x15.
- Paso 4: ingles
Otro punto importante en un drenaje linfático son las ingles. En este caso, usarás las dos manos al mismo tiempo. Colócalas una a cada lado de las ingles y presiona suavemente. Esta parte del masaje es fundamental para reducir la grasa y las toxinas acumuladas en los muslos internos y en los glúteos. Presiona tres veces en lugares diferentes de la ingle. Luego haz 15 repeticiones.
- Paso 5: rodillas
Por último, terminarás el drenaje linfático colocando las manos detrás de las rodillas donde se encuentran seis o siete nódulos linfáticos poplíteos. Estos son muy importantes para el sistema circulatorio de nuestras piernas, en especial para tratar várices.
Pon las manos detrás de rodilla justo en el hueco. Presiona, siempre con suavidad, hacia dentro y suelta igual de despacio. Repite el ejercicio 15 veces.
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Cuando termines, notarás una relajación total y te sentirás mucho más liviano. ¡Es que el drenaje linfático ha hecho efecto!
Importante: Debe aclararse que Bioguia no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, Bioguia no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.
Fuentes:
