El laurel es un arbusto que se caracteriza por sus hojas gruesas y fuertes. Es utilizado en la medicina alternativa y herbolaria para tratar problemas digestivos, dolores musculares y articulares, y alteraciones del ciclo menstrual. 

Pero no solo se le conocen propiedades medicinales: también es míticamente conocido como un noble y poderoso protector. Se dice que quien tiene un ramo de laurel en su casa será verdaderamente afortunado. De hecho, también se lo utiliza en rituales de iniciación espiritual.

Y eso no es todo: de sus frutos y sus hojas se obtiene un aceite esencial aromático que también se encuentra concentrado de forma menor en las demás partes del árbol; y tiene un olor característico. Ese aceite tiene propiedades espectorantes y descongestivas; y también relajantes, ansiolíticas y para combatir las migrañas.

Al quemar sus hojas, un especial aroma se esparce en el ambiente, purificando el aire y dando una sensación de frescura, placer y bienestar, que permite aprovechar estos beneficios. Las propiedades que los vapores del laurel tienen para la mente y el sistema respiratorio se deben al linannool (aceite relajante que combate el estrés y los dolores de cabeza) y al cineol (antibacterial y anti bronquítico).

sahumar con laurel

El nombre científico del laurel es Laurus nobilis, y viene de la familia de las Lauráceas. Es un arbusto de hoja perenne (se mantiene verde todo el año) que puede medir de 2 a 8 metros de altura (en algunos casos puede alcanzar incluso los 20 metros).

Sus hojas son de color verde oscuro, brillantes, duras y con forma puntiaguda. Existen muchas tradiciones en torno a él. Por ejemplo, en algunas culturas quien recibe en su plato la hoja de laurel que perfuma un guiso, debe lavar los platos; y en otras, se cree que esa persona se va a casar.

El laurel tiene flores de color blanquecino o amarillento, y crecen agrupadas. El fruto es oval y adquiere color negro en su madurez. Las hojas se recolectan todo el año.

Cómo ahumar la casa con laurel para aprovechar sus propiedades

quemar laurel

Para beneficiarte con las propiedades del laurel basta con quemar una hoja de laurel seca sobre un recipiente o quemador, permitiendo que su humo se distribuya por la habitación. Debes sostenerla con alguna pinza y tener cuidado de no quemarte las manos ni que esté cerca de nada que pueda prenderse fuego. ¡Puedes escribir un deseo positivo en ella!

No debe inhalarse el humo, sino que éste debe perfumar el ambiente, tal y como lo hace un incienso o sahumerio. El aceite quedará en la atmósfera e ingresará de forma no invasiva a los pulmones.

Es suficiente con los 5 minutos que demora en quemarse la hoja: rápidamente notarás su increíble efecto relajante, obtenido de forma completamente natural.