Aunque te cueste creerlo, en la vida real también hay personas que tienen “súper poderes”. O al menos, que pueden hacer cosas que la mayoría de la gente no.

Suena a ciencia ficción, pero en realidad se trata de condiciones genéticas naturales. Sí, no sólo se heredan raras enfermedades; hay quienes tienen extrañas mutaciones de ADN que les permiten hacer algunas de estas cosas maravillosas.

1. Ver debajo del agua

Los seres humanos apenas podemos abrir los ojos debajo del agua, y cuando lo hacemos vemos todo muy borroso. Pero hay personas que, en cambio, pueden ver perfectamente debajo del agua: el pueblo Moken.

Conocidos como los “gitanos del mar”, ubicados en la zona entre Birmania y Tailandia, estas personas han desarrollado la capacidad de ver de forma cristalina debajo del agua.

De acuerdo a una investigación llevada a cabo en el 2003, esto es posible porque los ojos de estas personas cambien de forma debajo del agua, de modo tal que la luz refracte de forma correcta al ingresar a sus ojos.

Así, años de evolución le ha permitido a este pueblo conseguir ver hasta a 20 metros debajo del agua.

2. Tolerancia al frío

Normalmente, el cuerpo humano no es capaz de resistir al frío extremo. Sin embargo, hay poblaciones que viven en zonas heladas, como el Ártico, y sin demasiadas comodidades. ¿Cómo lo consiguen?

Pues en este caso también la genética ha hecho lo suyo, y el cuerpo de estas personas es biológicamente diferente al nuestro.

Las tribus originarias de lugares extremadamente fríos tienen algunas condiciones genéticas particulares. Por ejemplo, no tiemblan, tienen menos glándulas sudoríparas, su metabolismo es mucho más rápido y tienen la piel gruesa.

3. Dormir menos

Ya sabes que, por línea general, todos necesitamos dormir entre 7 y 9 horas por día para estar saludables.

Sin embargo, unas pocas personas tienen una condición genética por la cual necesitan dormir menos horas para descansar completamente.

Esto es así porque las personas con el gen DEC2 mutado duermen mucho más profundo que lo habitual. Por eso, pueden dormir menos cantidad de horas y descansar lo mismo.

Pero debes saber que es una condición muy muy rara, que sólo comparte el 1% de la población.

Así que el hecho de que puedas durante algún tiempo dormir menos de 7 horas diarias y funcionar bien no quiere decir que tu cuerpo tenga esta condición genética. Lo más probable es que a la larga, descubras muchos problemas provocados por la falta de sueño.

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4. Esqueletos fuertes

Naturalmente las personas se va debilitando con el paso de los años, y eso se nota también en sus huesos, que poco a poco van perdiendo fuerza.

Sin embargo, se ha descubierto que algunas personas tienen una mutación en un gen llamado SOST, la cual provoca que no se pierda masa ósea a medida que se envejece. Así, los huesos continúan acumulando densidad y masa con el paso del tiempo, dándoles el esqueleto de una persona mucho más joven.

Esta condición genética fue encontrada en una población africana, y actualmente los científicos médicos intentan replicarla para solucionar problemas óseos.

5. Resistencia a las alturas

Si has vacacionado en las alturas, o has conocido a alguien que lo haya hecho, sabrás que no es sencillo soportar esas latitudes. Las condiciones que se dan en esas alturas hacen que mucha gente se maree, descomponga, tenga cefaleas, etc.

Sin embargo, hay personas que viven en esas zonas todo el año y no parecen inmutarse. De acuerdo a estudios realizados a los quechuas de los Andes y los tibetanos del Himalaya, esto se debe a que cuentan con ventajas genéticas que les permiten adaptarse.

Por ejemplo, sus torsos son más grandes y tienen mayor capacidad pulmonar, y reaccionan de manera diferente a la usual ante la falta de oxígeno (mientras que la mayoría de las personas genera más células rojas, ellos producen menos).

¿Imaginabas que había personas con estas condiciones genéticas?

Fuentes:

BBC