Un diagnóstico de cáncer puede tener un impacto enorme en la mayoría de los pacientes y sus familias. Los sentimientos de depresión, ansiedad y miedo son muy comunes, y son respuestas normales a esta experiencia que cambia su vida.

Cada persona tiene una forma de ser, un modo de hacer frente a los problemas, un conjunto de creencias y valores y una forma determinada de ver el mundo, y por lo tanto, la forma en que cada uno afrontará la enfermedad será única.

El caso de Judy Perkins, de 49 años, ya se ha transformado en una historia que es sinónimo de esperanza para cientos de miles de mujeres en el mundo que luchan contra esa enfermedad.

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Ella es la primera mujer que logró vencer el cáncer en su último estadio de desarrollo. Lo hizo tras someterse a inmunoterapia, un método por el cual los enfermos utilizan sus propias células inmunes para encontrar y destruir las células cancerosas.

Judy Perkins tenía un cáncer de mama que se había extendido a varias zonas del cuerpo. Normalmente, los tumores de este tipo tienen un pronóstico muy malo, y en su caso le habían dado tres años de vida como mucho.

La mujer, ingeniera radicada en Florida, había concurrido a todas las sesiones de quimioterapia que le habían asignado. No había faltado a ninguna. Sin embargo, el cáncer avanzó desde que le detectaran aquel tumor en su seno derecho. Lo hizo de tal manera que la metástasis se expandió por todo su cuerpo, tomando su hígado y otros órganos.

"Mi condición se deterioró tanto hacia el final que hasta tenía un tumor presionando un nervio, lo que significaba que pasaba mi tiempo tratando de no mover nada para evitar que el dolor me bajara por el brazo. Casi renuncio a pelear", contó Judy.

Pero ella nunca bajo los brazos, y decidió someterse al tratamiento experimental basado en la inmunoterapia.

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El tratamiento al que fue expuesta Judy fue hecho en el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos en Maryland. Para los especialistas no se trata de un milagro, sino de algo sin precedentes en un cáncer tan desarrollado.

"Estamos en la cúspide de una gran revolución para finalmente darnos cuenta de la elusiva meta de poder atacar la plétora de mutaciones en el cáncer a través de la inmunoterapia", explicó el médico Laszlo Radvanyi, director del Instituto para la Investigación del Cáncer de Ontario, al conocer el caso de Perkins.

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Batalla ganada a la metástasis

El tratamiento no es tan fácil de aplicar a cualquier paciente, y lleva tiempo. Para desarrollar el que específicamente salvó a Judy, los médicos debieron analizar partículas de los tumores de la mujer, estudiar el ADN y sus mutaciones.

Luego, los investigadores extrajeron células conocidas como linfocitos infiltrantes del tumor (TIL, por sus siglas en inglés), que son células del sistema inmunológico que intentaron filtrarse en los tumores para matarlos, pero que fallaron por ser muy débiles o muy pocas para cumplir con su misión.

Una vez que fueron identificadas y aisladas, los científicos debieron crear miles de millones de ellas en el laboratorio. Extrajeron las más efectivas, que podrían ser aquellas que maten a los tumores, y volvieron a aplicárselas. En el caso de Judy, fueron 80 mil millones de células autoinmunes.

"Aproximadamente una semana después (de iniciada la terapia), comencé a sentir algo, que el tumor que tenía en el pecho se encogía", contó Judy. "Tomó otra semana o dos para que desapareciera por completo", agregó.

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Cambio de paradigma

Aunque de momento el tratamiento experimental solo ha sido probado en este caso, la comunidad científica internacional planea comenzar a utilizarlo en más ocasiones hasta comprobar si su efectividad es replicable.

Judy Perkins, explicó que el tratamiento no fue muy agradable: sufrió de fatiga, y debía tomar medicamentos para controlar el dolor. Pero a medida que avanzaba, el dolor disminuyó hasta que ya no tuvo la necesidad de medicarse para soportarlo.

Sin duda, la medicina moderna es una de las grandes maravillas de nuestro tiempo. Hace tan solo 50 años, una paciente como Perkins no habría podido sobrevivir a su enfermedad. Hoy, sin embargo, esta mujer estadounidense se encuentra en perfecto estado de salud y gozando de su vida, haciendo senderismo y kayak.

Este tratamiento es tan solo otra de las nuevas alternativas a la quimioterapia que se están desarrollando en los últimos tiempos.

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Fuentes:

BBC

Infobae

AscoPost