Siempre es lo mismo. Te acuestas tempranos para dormir lo suficiente y despertar al día siguiente con energía. Descansas y sin darte cuenta, despiertas. Aún no hay luz, sólo hay tranquilidad y las sábanas de tu cama dicen que puedes descansar unas horas más, que aún queda mucho por dormir. Solo por asegurarte, miras tu despertador y te das cuenta que faltan tres minutos para que despiertes.

En lugar de aliviarte, te estresa la traición de tu cuerpo. ¿Por qué te hace eso y no te da esos tres, pero necesarios, minutos adicionales para dormir?

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Al parecer no es tu culpa, y si lo has hablado con alguien más, te darás cuenta de que, gracias a la rutina, muchos de nosotros despertamos pocos minutos antes de que suene nuestro despertador. Sabemos que se debe a nuestro reloj interno, el mismo que nos dice cuándo deberíamos dormir, aunque tantas veces lo ignoremos. Pero, ¿cómo funciona?

La culpable de ese sueño interrumpido antes de que suene la alarma es la hormona adrenocorticotropina (ACTH), que eleva sus niveles en la sangre cuando alguien tiene que despertarse a una hora determinada. Esta, junto con otras hormonas, provocan que el cuerpo se estrese durante las últimas etapas del sueño y se despierte con mucha más facilidad, a veces sin que los factores externos le afecten.

Aunque todos tenemos relojes biológicos -al igual que las plantas y los insectos-, no trabajan de la misma manera en cada uno. Las personas que están acostumbradas a despertar temprano tienen más facilidad para que estas hormonas interrumpan su sueño automáticamente, mientras que quienes tienden a despertarse, digamos, a las 9 de la mañana, sufren mucho más si cambian su rutina. Su cuerpo muchas veces se siente agotado y hay quienes incluso no logran escuchar las alarmas.

¿Qué debes hacer?

Estos son algunos consejos para dormir mejor:

Desarrolla un ritual para irte a la cama

  • Duerme en silencio y oscuridad
  • No comas mucho antes de acostarte
  • Evita fumar y consumir bebidas alcohólicas
  • Camina al aire libre antes de acostarte
  • Deja de consumir cafeina
  • Procura tener un colchón firme y cómodo
  • Genera una temperatura favorable para dormir
  • Duérmete y levántate siempre a la misma hora
  • No coloques dispositivos electrónicos cerca de tu cabeza
  • Evita mirar televisión o jugar juegos de computadora antes de acostarte
  • Si tienes insomnio, intenta no enfocarte en él

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Si tú odias tu alarma, tu cuerpo la odia aún más, por eso prefiere despertarte antes de que suene y ahorrarse el aturdimiento. Si tu rutina ha cambiado y ahora debes despertarte a otra hora, lo mejor es bajar el tiempo de descanso poco a poco y así comenzar a despertar por tu cuenta.

No es un camino fácil, pero a la larga, tu cuerpo te lo agradecerá.

¿Tú también te despiertas antes de que suene el despertador? ¿tienes otros consejos? ¡Cuéntanos!

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Fuente:

Huffington Post

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