Nuestros dientes son bastante sensibles, pero están cubiertos por esmalte, que es una de las sustancias más resistentes de nuestro organismo, mismo que nos protege de la horrible sensibilidad dental. Es gracias a él que los nervios y los vasos sanguíneos están a salvo de cualquier agente exterior. Sin embargo, a veces el esmalte no es suficiente, pues seguramente has sufrido esa horrible sensación, cuando las zonas quedan expuestas y cualquier cosa, caliente o fría, puede ser incluso dolorosa.

La sensibilidad dental no es rara, se dice que sólo en Estados Unidos más de 40 millones de personas la padecen, en algunos estudios se ha concluido que es hasta la mitad de la población mundial los que sufren al comer o beber algo caliente o muy frío.

Sin embargo, existe una buena forma de combatir esta sensibilidad de forma natural. Hay remedios importantes que se deben tener en cuenta, pues si el problema está interfiriendo con tu día a día y crees que se trata de un problema mayor, es imprescindible que veas a un experto. Pero si es una leve molestia, no dudes en intentar el siguiente y eficaz remedio contra la sensibilidad dental.

Bicarbonato de sodio + aceite de clavo

El punto de este remedio es ayudar al organismo a remediar la falta de esmalte en los dientes, atacando las zonas más afectadas, pero también permitiendo que toda la boca se proteja. Este remedio puede ser usado de manera constante, pero es muy importante que tengas cuidado con el bicarbonato, pues el uso excesivo de este producto puede resultar contraproducente para tu salud dental.

Lo primero que debes hacer es diluir un cuarto de cucharadita de bicarobonato de sodio en un vaso de agua, después haz gárgaras con él y escupe. También puedes usar un cepillo de cedras finas para aplicar el bicarbonato, sustituyendo la pasta dental para darle mejor protección a tus dientes.

Después necesitas usar aceite esencial de clavo, pues sus propiedades ayudan a que el dolor disminuya. Es importante recalcar que esto tiene un periodo de efectividad cercano a los 40 minutos, por lo que su efecto es espontáneo pero preciso.

Basta con emplear gotas del aceite de clavo en las zonas más afectadas para sentir cómo hace efecto rápidamente, claro que si no tienes este producto con masticar un poco de clavo entero, suponiendo que soportas el fuerte sabor, sentirás los cambios de forma igual de efectiva.

La salud bucal es importante, no sólo por presentación, también porque con el tiempo nuestros dientes se vuelven más y más sensibles, por lo que atacar estos problemas desde que somos jóvenes nos ayuda a prepararnos para el futuro.

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Fuente:

Listerine

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