Todos tenemos un niño interior. Sí, tú también, aunque a veces sientas que lo has perdido.

Nuestro niño interior es nuestro ser verdadero, la versión más auténtica de nosotros mismos. Con el tiempo, hemos ido cubriéndolo de máscaras y vestiduras, para que no se vea. Para que nadie lo descubra. Y a larga, quizá, nos hemos olvidado de él.

Sin embargo, está allí dentro nuestro, y puede estar herido sin que nos demos cuenta. En general, un niño interior herido ha sentido una pérdida o una falta en la infancia, y no la ha podido recuperar.

Quizá has crecido demasiado rápido, y no has tenido tiempo de disfrutar de tu niñez. O quizá te obligas tanto a ser adulto, responsable y serio, que no dejas que tu niño interior se exprese.

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Para saber si tu niño interior está herido, debes evaluar si tienes estos síntomas:

1. Te ahogas en un vaso con agua

Las personas con el niño interior herido reaccionan de forma exagerada a problemas comunes. Necesitan tenerlo todo bajo control, y cuando eso no sucede, no saben qué hacer para solucionarlo. Les cuesta tomar decisiones espontáneas.

2. Tienes problemas de comunicación

Otro síntoma muy común de un niño interior herido es tener problemas de comunicación con los seres queridos. Es el pequeño que llevamos dentro el que nos ayuda a abrirnos a los demás, a las emociones verdaderas y sanas. Por eso, si está herido, seguramente tendrás problemas para relacionarte de forma sansa.

3. Descuidas tu salud física

Muchas veces las personas que tienen a su niño interior herido terminan descuidándose a sí mismas. Así, es común que tengan adicciones, no coman ni duerman bien y tengan todo tipo de costumbres perjudiciales para la salud.

4. Te estancas en ciertos errores

Si eres la clase de persona que tropieza una y otra vez con la misma piedra, puede que no estés escuchando a tu niño interior herido. Te estancas en ciertos errores porque no eres capaz de tomar un camino distinto, ese que tu pequeño interior te señala.

5. Te da culpa cuando te va bien


Tienes ganas de ganar más dinero, ascender en tu carrera, tener una familia, una casa hermosa y un perro. Pero no haces nada por conseguirlo, y eso que tienes potencial.

En muchos casos, la gente que se siente así no avanza por miedo. Pero quienes tienen herido a su niño interior, no lo hacen por culpa. Sienten que no merecen esos logros y placeres, y por eso se auto sabotean permanentemente .


Si te has sentido identificado con esos síntomas, seguramente tu niño interior se encuentra herido.

Pero… ¿Qué hacer para sanarlo?

Sanar a tu niño interior

Para sanar a tu niño interior, primero busca un foto de tu infancia. observa cada detalle, e intenta trasladarte a ese momento preciso. Si no recuerdas, imagínalo.

Busca dentro de tu memoria. ¿Qué te gustaba hacer cuando tenías esa edad? ¿Qué te hacía feliz? ¿Cuál era tu juego preferido?

Intenta recordar todo lo que te daba felicidad en aquel entonces. Si aparecen recuerdos tristes, no te detengas en ellos; sólo déjalos pasar. Concéntrate en los bonitos, en los que alegren tu corazón.

Conecta con ese niño que fuiste, y que sigues siendo en algún punto de tu alma. Abrázalo y cuando lo tengas muy presente, dile estas palabras:

“Yo Te amo profundamente.

Yo te libero del encierro para que seas libre y compartas conmigo el secreto de la inocencia y me ayudes a disfrutar.

Te acepto en mi como una parte de mi Ser Libre y Esencial.

Recibo con el Alma y el Corazón abiertos los dones de la alegría, el asombro, el entusiasmo y la sorpresa.

Libero mis emociones, las acepto y las dejo fluir guiadas por la Paz y el Amor.

Disfruto del juego de la vida, porque sé que soy un participante… y que lo importante es jugar y divertirse.

Hoy quito de mi mente las preocupaciones, sé que todas mis necesidades estarán cubiertas porque una Energía Superior a mí se encarga de eso a cada instante.

Hoy pongo alegría en todo lo que hago, me divierto en mi trabajo, con mi familia, en la calle… ¡Todo será hoy una gran aventura para mí!”

Finalmente, agradécele a tu niño interior por guiarte hasta donde estás hoy.

Si puedes, deja la foto que has usado siempre a la vista, para recordar a tu niño interior cada vez que la veas.

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¿Crees que tu niño interior necesita sanar?

Fuentes:

Compartiendo Luz con Sol

La Mente es Maravillosa