¿Quieres probar tu sexto sentido?

¡Inténtalo ahora!

Cierra tus ojos, párate en el lugar, y rodea la silla en la que estás sentado.

¿Lo has hecho? ¿Has logrado hacerlo sin caerte, y sin golpearte demasiado fuerte con nada?

¡Ahí tienes el sexto sentido!

De acuerdo a una reciente investigación del National Intitute of Health de Estados Unidos, la conciencia espacial debería considerarse un sexto sentido, y aquí está la explicación.

La conciencia del cuerpo en el espacio ligado a un gen

Los científicos del Instituto de Salud de EE. UU. que se especializan en encontrar las causas genéticas de trastornos neurológicos han descubierto, recientemente, que la conciencia del cuerpo en el espacio se relaciona con un gen.

Para llegar a esa conclusión, trabajaron con dos personas con mutaciones en el gen PIEZO2, a quienes le vendaron los ojos y le hicieron hacer movimiento sencillos, como caminar o equilibrar los brazos y piernas.

Ninguno de los jóvenes pudo hacerlo. Incluso más: no pudieron dar ni siquiera unos pasos sin perder el equilibro y caerse. También les costaba alcazar objetos que estaban delante de sus caras, o tener conciencia de hacia dónde movían los brazos teniendo los ojos vendados.

[También te puede interesar: Ver debajo del agua y otras increíbles condiciones genéticas que seguro no tienes]

Un sexto sentido ligado al tacto pero distinto de él

Las evaluaciones a las pacientes permitieron a los investigadores conocer la importancia del gen estudiado, y también descubrir cómo es diariamente la vida sin el sentido del propio cuerpo.

Primero creyeron que tal vez el gen afectaba el sentido del tacto, y que este era el motivo de los problemas que tuvieron los pacientes estudiados para completar las tareas propuestas.

Sin embargo, aunque las dos personas con mutaciones en el gen PIEZO2 fueron insensibles a ciertos tipos de golpes, su capacidad de sentir dolor, picor o notar un cepillado suave, estaba intacta.

Por esto, los investigadores han aventurado que la capacidad de tener conciencia del cuerpo en el espacio, también llamada propocepción, podría considerarse un sexto sentido; ligado al tacto pero diferente de él.

Según explican los científicos en el New England Journal of Medicine, "nuestro estudio pone en evidencia la gran importancia del gen PIEZO2 y cómo afecta a nuestros sentidos en la vida cotidiana. La comprensión de su papel en este tema puede proporcionar pistas valiosas para una gran variedad de trastornos neurológicos".

[También te puede interesar: Las plantas tienen 15 sentidos más que nosotros y hablan su propio lenguaje]

Fuentes:

Quo

TN