Todos sabemos que hay una vinculación muy importante entre la alimentación y la salud. En esa relación, influye notablemente un proceso en particular: la digestión.

Pues si comemos súper sano pero eso no se traduce en todo nuestro proceso digestivo, lo cierto es que nuestra salud no mejorará en absoluto. Por eso, cuidar de la digestión es súper importante. Pero, ¿qué puedes hacer para mejorarla?

Entre otras cosas, seguir estos cinco consejos que no tienen nada que ver con lo que comes y que, sin embargo, pueden cambiar notablemente cómo te sientes.

1. Establecer un horario para tus comidas

Tu cuerpo se acostumbra a los hábitos. Si tienes constancia en la realización de algunas acciones, le facilitas las cosas a tu organismo: le das la posibilidad de hacer las cosas de forma mecánica. Un reciente estudio parece haber comprobado que esto también se aplica a la digestión.

Por eso, respetar los horarios de las comidas es súper importante para una digestión sana y correcta. Desayuna, almuerza y cena a la misma hora y notarás al poco tiempo que te sientes mejor. Eso sucederá porque tu cuerpo se habrá acostumbrado al horario en los que debe trabajar para digerir los alimentos.

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2. No consumas cosas muy frías

Lo mejor es que saques los alimentos de la nevera media hora antes de comer para que queden a temperatura ambiente. O, si puedes, los calientes un poco.

Es que los alimentos muy fríos pueden irritar el estómago e interferir con la digestión.¿Y los helados? Saboréalos bien en la boca antes de tragarlos. Además de hacer que pasen al intestino más templados, los habrás disfrutado el doble.

3. Mastica bien

Muchas veces los principales problemas digestivos aparecen porque no masticas bien la comida.

Aunque estés apurado, es imprescindible que le des a la hora de la comida el tiempo que necesita y, sobre todo, que mastiques muy bien los alimentos antes de tragarlos.

Esto te ayudará, al mismo tiempo, a mejorar la digestión y a comer menos. Si tragas los pedazos casi sin masticar, para el intestino es mucho más difícil separar los nutrientes y hacer la digestión. ¡Ayúdalo!

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4. Evita el estrés

El estrés es uno de los principales enemigos de una buena digestión. Y más aún si tienes discusiones o problemas durante la comida. Recuerda lo que decían las abuelas: “no llores mientras comes, que te caerá mal la comida”.

Pues tenían razón: un disgusto a la hora de comer puede aumentar la acidez gástrica y contraer el aparato digestivo.

¿Una recomendación práctica? Desconecta Internet y, por el tiempo que te tome comer, escucha música tranquila.

5. Practica la alimentación intuitiva

La alimentación intuitiva se basa, sencillamente, en un concepto claro: come cuando tengas hambres, deja de comer cuando estés satisfecho, y dale a tu cuerpo lo que necesita. Además, sugiere que disfrutes la comida.

Así dicho, puede parecer un régimen extraño, pero es fácil y eficiente. Puedes descubrir en este enlace cómo seguirlo paso a paso.

¿Qué te han parecido estos consejos para mejorar tu digestión?

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Fuentes:

Salud 180

Clara