¿Cómo es posible que una mujer prácticamente desconocida haya superado la infinita sabiduría y conocimientos de Da Vinci, una de las mentes más brillantes de todos los tiempos? Pues porque ella también fue una de las mentes más brillantes de la historia, y por su condición de mujer ha sido casi olvidada por completo.

Wang Zhenyi fue una mujer china que nació en 1768, durante la Dinastía Qing, y su infancia estuvo rodeada de libros sobre ciencia, como las matemáticas, la medicina y la astronomía, pero también les prestó atención a las artes, particularmente la poesía, de la cual nos dejó 13 tomos maravillosos.

Sin embargo, en el contexto en el que nació, -que no es tan diferente al que vivíamos en casi todos los países occidentales hasta hace pocas décadas- una mujer solo tenía permitido encargarse del hogar y de su esposo, ya que las mujeres no tenían derecho a la educación.

¿Crees que esto la detuvo? Para nada, durante arduos años se formó a sí misma en las áreas de la trigonometría y la astronomía.

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Grandes y olvidados logros

Entre las hazañas científicas de Wang Zhenyi se encuentra haber demostrado el movimiento de los equinoccios y el cálculo exacto de sus movimientos. Escribió doce libros sobre astronomía, y algunos de los más influyentes fueron Sobre la longitud y las estrellas, Sobre la explicación de los eclipses lunares y Sobre la procesión de los equinoccios.

Por desgracia, ella sola no fue capaz ganar renombre en los campos que tan bien dominaba, sino que fue la relación con su esposo lo que la impulsó a la fama durante su época. Esta fama, sin embargo, vino acompañada de recelo por parte de las personas que veían su afán por el conocimiento como una transgresión a las leyes de la época.

Tristemente, murió a la joven edad de los 29 años y la historia fue lentamente dando sus conocimientos por olvidados. No fue hasta 1994, cuando la Unión Astronómica Internacional bautizó un cráter de Venus con su nombre, que comenzó a ganar renombre internacional casi 200 años después de su muerte.

A pesar de las dificultades que vivió, su lucha contribuyó a romper muchas de las tradiciones feudales chinas que oprimían a la mujer, y hoy en día es un ejemplo de genialidad, disciplina y una inspiración para todos en el mundo.