Vivimos en un mundo en el cual cada persona cuenta con varios dispositivos electrónicos conectados a Internet: teléfono, pc, tablets, y hasta los televisores hoy son “inteligentes”. Por supuesto, no es por casualidad.

Esta posibilidad tiene infinitas ventajas: tener siempre a mano información que necesitamos, estar conectados con nuestros amigos y parientes, poder ver y escuchar siempre lo que queremos, y un larguísimo etc.

Sin embargo, el estar todo el día conectados también puede traernos problemas como ansiedad, estrés y depresión; además de promover el sedentarismo, causar insomnio y perjudicar las habilidades de interactuar cara a cara.

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No es extraño: en promedio, una persona recibe 300 notificaciones al día. ¡Cómo no va a generarnos ansiedad!



Cuando el desgaste que te genera tanta conexión comienza a dañar seriamente tu salud, podemos decir que estás en un nivel de “saturación digital” o "saturación tecnológica" y necesitas pensar en despegarte un poco de las pantallas.

Si crees que puede ser tu caso pero no estás seguro, deberías prestar atención a estas señales:

1. Miedo y ansiedad

Hay personas que se sienten completamente desesperadas si se alejan del móvil. Por ejemplo, si se lo olvidan en casa cuando salen. La idea de pasar varias horas sin tener el celular al alcance de su mano o conexión a Internet les genera miedo y ansiedad.

Esta es la primer señal (y quizá la más clara) de saturación digital. En realidad, es la otra cara de la dependencia.

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2. Justificación

Si sientes que todo el tiempo tienes que justificarte por no responder a tiempo, es que la tecnología está empezando a saturar tu vida. Tienes derecho a estar un tiempo sin conexión, a no atender a tu jefe fuera del horario laboral si no te apetece, a no contestar un mail a las 2 de la mañana.

La verdad es que no deberías justificarte por ello, y si tienes que hacerlo todo el tiempo, es que la saturación tecnológica empieza a notarse en tu vida.

3. Te preocupa quedar mal

En relación a lo anterior, en realidad no dejas de justificarte y hacer más de lo que deberías porque te preocupa quedar mal. Ante tu jefe, ante tu pareja o ante tus amigos. “¿Qué va a pensar si no le contesto enseguida?”.

Pues no debería pensar nada más que no tienes el móvil encima, pero estamos tan acostumbrados a las respuestas inmediatas para todo, que parece que no contestar rápidamente es un signo de desinterés.

Eso genera mucho estrés pues, de nuevo, todos necesitamos a veces un poco de tiempo sin notificaciones.

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4. Inseguridad

Todo esto tiene que ver con la inseguridad. Es esa sensación de: ¡Y si pasa algo terrible mientras no estoy conectado!

La ansiedad y el miedo que generan la saturación digital tienen que ver, en el fondo, con una gran inseguridad personal: la sensación de que si no estamos online no existimos.

Si a veces sientes que tu verdadera vida pasa dentro de las redes y no fuera de ellas, posiblemente le estás dando a la tecnología un lugar demasiado grande en tu vida.

5. Mensajes equivocados

Estamos tan apurados por contestar los mensajes todo el tiempo, que mandamos un “te quiero mi amor” a nuestro jefe. ¡Suerte que ahora se pueden borrar los mensajes de Whatsapp!

¿Te pasa todo el tiempo que envías mensajes a la gente equivocada, confundes grupos y chats y, en general, haces las cosas de manera automática?

Eso es porque en el afán de la velocidad, no estás prestando ni un poco de atención a lo que estás haciendo. Importa más hacerlo rápido que hacerlo bien. Y eso es una clara señal de que estás recibiendo más información y demandas de las que realmente puedes atender.

6. Obsesionarse con recibir respuestas

Ahora bien, vamos a decir la verdad. Si te pasan todas las cosas que mencionamos anteriormente, posiblemente es porque le das a la tecnología un lugar demasiado importante. Y por lo tanto, esperas lo mismo de los otros: ¡Tú también demandas la atención de los demás!

¿Me equivoco? Seguramente, si todas las señales antes mencionadas se adaptan a ti, también eres de los que miran una y otra vez el “doble check” de Whatsapp y te preguntas: ¿Qué pasa con esta persona que no me responde?

Incluso puede que hasta te preocupes y pienses que le ha pasado algo. ¡Es que no concibes a alguien que pueda estar offline por más de 5 minutos!

Deberías relajarte, y comprender que en realidad posiblemente esa persona no tiene saturación digital y vive más tranquila.

¡Toma el ejemplo y despégate de las pantallas!

Fuentes:

La Vanguardia
El Financiero