Estar soltero/a tiene sus pros y sus contras. Es cierto que puedes disponer de más tiempo para ti y que no necesitas consensuar tus decisiones con nadie; pero a veces en ciertos ámbitos puedes llegar a sentirte "un sapo de otro pozo".

Es que la soledad no tiene mucho lugar hoy en día, y si la tiene está únicamente ligada a la soltería pensada como un constante conocer personas. Por eso puede pasarte que si eliges estar solo/a, o bien así se dieron las cosas ahora en tu vida, los demás te pregunten si estás saliendo con alguien, si tienes pensado casarte, etc. O simplemente que tú mismo te sientas un poco mal si vas a una reunión y todos tienen pareja, o quieras ir al cine sin compañía, por ejemplo. "Soy el/la solterón/solterona del grupo".

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Pero cuidado; quizás estás haciendo conjeturas anticipadas. ¿Por qué darle crédito a eso que algunas personas pueden pensar? ¿Tan mal crees que es estar solo/a? Aquí te daré 5 razones por las cuales no debería importarte ser el solterón o la solterona del grupo; y por las cuales hasta dirás: ¡a mucha honra!

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1. No necesitas "tapar" una falta

Nos acostumbramos a pensar siempre la felicidad de a dos. Las publicidades muestran parejas unidas y sonrientes. Pero la realidad a veces dista de eso. Muchas personas, cuando están con otra, inconscientemente intentan buscar en su pareja "algo" que no pueden explicar pero que las satisface, las hace sentirse "completas". Puede ser sentirse amado/a, valorado/a, feliz, etc. En cambio, cuando no hay otro que pueda ofrecer eso, ¿qué pasa? Hay personas que no pueden tolerar ese vacío porque les genera mucha angustia, así que rápidamente buscan alguien que ocupe ese lugar. Pero si tú estás solo conoces de frente esa falta, convives con ella, y te ha hecho incluso más valiente. No necesitas a nadie que calme esa angustia, porque sabes que es parte del crecimiento darte ese amor que muchos buscan en otro, primero ti hacia ti mismo.

2. Desafías estereotipos

Cuando llegas a una reunión y tus amigos/as se inquietan por saber con quién sales o quién será tu próxima pareja, el problema no es tuyo sino de los demás. Tú puedes estar muy tranquilo y cómodo contigo mismo sin la ansiedad de ir en la búsqueda de alguien más; tienes muchos otros intereses.

De este modo, "nadas contra la corriente", aunque no te lo propongas. Te sales del común y eso te brinda autoafirmación. Haces lo que sientes y así lo defiendes. ¡Qué seguridad!

3. Puedes con la ansiedad

Si has superado la necesidad de buscar a otro que calme la angustia y has aprendido a vértelas por ti mismo, ¡felicidades! Tus elecciones serán mucho mejores. Porque cuando tengas que escoger, lo harás desde un lugar mucho más sano. Piénsalo con un ejemplo simple: si tienes mucha hambre, posiblemente no pienses en la calidad de lo que comes; pero si no tienes tanta, puedes pensar qué es lo más saludable o sabroso para ti. Ésa es la clave: vencer a la ansiedad para poder elegir desde el corazón.

4. Te tienes a ti mismo

Además de todo esto hay algo muy importante que tienes que saber. Aunque pueda parecer cliché, la realidad es que no estás solo/a: siempre te tienes a ti. Esto quiere decir que parte del aprendizaje es verte como tu mejor compañía, como quien sabe procurarse el bienestar, cuidarse y respetarse ante todo. Una buena relación contigo mismo es el paso más certero hacia otras buenas relaciones.

5. Estás conociéndote a ti mismo

Serás el solterón o la solterona pero este tiempo que te estás conociendo a ti mismo es más que valioso. No lo vivas como un peso porque no se ajusta a lo que otros esperan. Al contrario: disfrútalo. Conócete. Explórate. Nadie te quitará lo aprendido y entenderás que podrás tener siempre compañeros/as de ruta, pero la confianza de saber que tú siempre estarás de tu lado.