Que el amor dura para siempre es y no es un mito. No es que todo amor sea breve; puede que perdure, sólo que nunca es estático, varía a lo largo del tiempo de la misma forma que lo hacen las personas. Hay quienes para esto es sinónimo de muerte del amor, y otros que aprenden a flexibilizar su idea idealizada del amor romántico de las pelis.

Estar en una relación, en este sentido, podría graficarse como una curva en lugar de una línea. Hay momentos más agitados y otros en los que todo es calma.

Para algunas personas esa calma es el punto más glorioso del amor. Ése en que uno ya ha superado barreras y tabúes y se siente tan en confianza que el otro ya forma parte de su propio universo. Pero, para otras, esta familiaridad puede hacerles perder el deseo, y agobiarlos de rutina.

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Ahora, es necesario diferenciar porque no es lo mismo estar aburrido que un amor ya agotado. El límite puede ser muy finito. Aprende cómo distinguirlo.

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“Somos como parientes”

Es común que con el paso de los años algo de la familiaridad aparezca, sobre todo por la confianza. En una pareja de muchos años es posible que los tabúes ya hayan quedado atrás y eso a veces disminuye la magia del amor. ¡Pero no quiere decir que no lo haya! Si aún sientes deseo por tu pareja, si esa familiaridad no significa que no te despierta interés físico, prueba volviendo a darte espacio personal. Búscate alguna actividad solo/a, o un lugar en tu casa donde el otro no esté. Separa los tantos para generar, también, un poco de deseo.

“Ya no hacemos nada divertido”

Esto es muy común en parejas de muchos años. Pero no siempre es igual a falta de amor, de hecho por lo general tiene que ver con la comodidad y la costumbre. Es inercia y contra ello lo mejor que puedes hacer es romperla cuanto antes. Anímate a hacer o proponer algo diferente. Y si tú pareja no quiere, hazlo tú. Quizás estés buscando en el otro algo que es una necesidad propia. Fíjate cómo incide eso luego en tu relación. Pero al menos inténtalo.

“No tengo ni deseos de abrazarlo/a”

Si te pasa esto sí podría ser que el amor esté agotándose. Si ya no quieres pasar tiempo con tu pareja, si su presencia no te suma ni nutre en ningún sentido, si te da lo mismo, replantéate al menos tener un tiempo a solas.

“Necesito sentirme vivo/a”

Esto, por lo general, es aburrimiento. Y, como en uno de los puntos anteriores, la solución es salir del lugar cómodo, animarse a hacer algo diferente, aunque el otro no nos acompañe. Porque, como decíamos, a veces se trata de una necesidad personal proyectada en la relación. Si no se trata de eso, quizás pueda ser que la relación en sí no está nutriéndote como tú si necesitas. Escúchate entonces.

“Tengo deseo de estar con otras personas”

No siempre esto es falta de amor, depende de cada pareja. Hay quienes pueden hablarlo y darse la posibilidad de estar con terceros para traer aire nuevo a la relación, y otros para quienes esto sí implica un punto final.